Escritorxs del Conurbano: Hoy, Fabián Leppez
Melina Alderete
“En el mercado editorial los escritores de narrativa que instalaron la figura del escritor del conurbano viven en capital. Instalan desde una situación de privilegio”, sentencia Fabián Leppez, escritor y poeta de Moreno, que devino en director de una editorial conurbana llamada Ombligo Cuadrado, desde donde insiste en el reconocimiento y difusión de escritorxs de la zona.
La Ciudad charló con el poeta que insiste en que “la poesía lo elige a uno” y no al revés, acerca de sus primeros versos, el mercado editorial, el trabajo en Ombligo Cuadrado y sus últimos libros.
¿Cuándo empezaste a escribir? ¿Cómo fue ese inicio de relación con el mundo de la escritura?
Empecé a escribir a los 15 años, incentivado por compañeras de la secundaria que también escribían. Como yo no tenía mucho acceso a los libros, me aferraba fuertemente a los pocos poemas sueltos que encontraba publicados en revistas. Y, a través de la música, me iba nutriendo de la lírica de los trovadores.
¿Por qué elegiste la poesía como género para desarrollarte?
Uno no elige a la poesía, la poesía lo elige a uno. Lo mismo a la hora de escribir un poema. La poesía se sienta en tus piernas y te obliga a escribir. No es una opción. Luego, con el paso de los años, uno elige pertenecer o volver a ella, aunque tampoco creo que se elija tanto. Hay una necesidad que golpea la puerta y pasa casi sin pedir permiso.
¿Cómo y cuándo nació la editorial Ombligo Cuadrado? ¿Cuáles fueron las premisas al momento de iniciar?
Ombligo Cuadrado Ediciones nace de una necesidad. En la zona oeste no había editoriales ni, mucho menos, editoriales interesadas en editar poetas que perduren en el tiempo. Entonces, Ombligo Cuadrado nace para llenar ese bache y poder hacer realidad los libros de los poetas de Moreno, San Miguel, General Rodríguez y alrededores.
En 2013 editamos el primer libro y ya estamos por cumplir 10 años ininterrumpidos con decenas de libros editados.
Estamos en Moreno, pero nos movemos por las ferias de libros de Capital Federal y el resto del país durante todo el año.
La premisa es editar a precios accesibles y con buena calidad. Cuidamos mucho la calidad del papel y la edición impresa. Nos parece de suma importancia que los libros perduren en el tiempo.
Además de poesía, también editamos novelas y libros de investigación.
¿A quiénes consideras tus “referentes” en lo literario? ¿Cuáles son tus influencias?
No me considero una persona influenciable. Hace más de 20 años que escribo y las afinidades fueron cambiando a lo largo del tiempo. Obviamente que hay autores a los que siempre uno vuelve, como Nestor Perlongher, Olga Orozco, Laura Yasán, Jacques Prévert, etc…
Pero, en mi caso personal, siempre estoy en la búsqueda de autores nuevos, expectante, a la sorpresa. Por suerte, hay miles de autores y siempre aparecen voces nuevas e interesantes.
¿Qué pensás del ambiente literario del oeste? ¿Creés que, en el mercado editorial, lxs escritorxs del conurbano están ganando terreno?
El ambiente literario del oeste está muy deslucido y apagado. En la primera década del siglo, tuvo momentos de gran esplendor con lugares que se llenaban de gente dispuesta a escuchar poemas. Hubo espacios y movimientos que fueron desapareciendo y el reemplazo natural, la transgresión nunca llegó.
Hoy en día, no se puede mencionar ni un solo lugar en el oeste donde se pueda ir a escuchar poesía, y eso es bastante triste.
En el mercado editorial los escritores de narrativa que instalaron la figura del escritor del conurbano viven en capital. Instalan desde una situación de privilegio. Distinto sería si las editoriales vinieran a revolver el conurbano buscando nuestras voces.
Sí pasa que los autores del conurbano están teniendo más presencia gracias a los espacios de difusión locales (como esta sección del Diario) y las editoriales independientes como Ombligo Cuadrado, que le damos espacio y notoriedad.
Pero no nos engañemos. A nivel masivo, seguimos siendo relegados. Aunque pienso que también es cuestión de ir abriéndose espacios a fuerza de insistir.
En tu biblioteca personal, ¿cuáles son tus escritos favoritos y por qué?
No tengo escritos favoritos. Me gusta ir descubriendo cosas nuevas. Aunque “Manifiestos” de Vicente Huidobro me parece una biblia del poeta. Lo mismo que “Para contribuir a la confusión general” de Aldo Pellegrini.
¿Cuál es tu último trabajo?
Mis últimos libros son “0,2 Segundos”, un libro de cuentos conurbanos que edité en 2021. Mi último libro de poesía es “Cilindrización y Barbarie”, editado en 2018.
¿Qué consejo le darías a unx escritorx del conurbano que quiere comenzar a publicar sus escritos?
Les recomiendo que no se apuren, que corrijan mucho, que manejen la ansiedad porque lo que está impreso ya no se puede corregir. Que hagan clínicas de corrección, que vayan a talleres y se formen. Editar un libro es algo que queda para toda la vida, así que debe ser un proceso que hay que vivirlo con paciencia y tranquilidad. Pero, sobre todo, con sabiduría. Nunca está de más corregir una vez más los textos.