Gabriel Copola, la historia del deportista nacido en Ituzaingó que le ganó un set a la vida
A veces, la vida puede presentarnos barreras que no son más que desafíos a superar. A los 11 años y a poco de llegar a su casa de toda la vida en el municipio de Ituzaingó, Gabriel Copola tuvo un accidente con su bicicleta en el Acceso Oeste que le imposibilitó volver a caminar. Casi de manera involuntaria, este hombre encontró en el tenis de mesa a su gran pasión y su talento lo llevó a desempeñarse en los campeonatos más relevantes del planeta. La historia de superación de este sujeto que pudo vencer las dificultades que se le pusieron encima merece ser narrada. El deportista le ganó un set a las adversidades y sueña con agigantar aún más su leyenda.
Gabriel Copola nació en Ituzaingó el 20 de enero de 1984 y, cuando apenas era un niño, desarrolló en el barrio diferentes deportes. Luego de haber sufrido este accidente que cambió por completo su realidad, probó suerte en diversas disciplinas con el claro objetivo de acelerar su recuperación, aunque ninguna le llama la atención. Todo cambió al observar el caso de Daniel Haylan, un deportista que obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Atlanta 1996 en el tenis de mesa. Fue a partir de ese momento que decidió probar suerte en esta actividad.
Rápidamente, los logros le llegaron a Copola. En una de sus primeras actuaciones en representación a la Argentina, obtuvo la dorada en los Juegos Parapanamericanos de 2011 en México en la categoría C3 y logró la tan ansiada clasificación a Londres 2012, uno de los eventos más relevantes para l@s deportistas.
Más allá de que actualmente se establece como el número 11 del mundo en la clase en la cual se desarrolla, supo integrar la selecta lista de los cinco mejores del planeta en febrero de 2016. Por fuera de estos reconocimientos individuales, el gran logro que obtuvo fue poder cambiar por completo su destino.
Además de entrenar de manera incansable en pos de obtener nuevos resultados en las canchas, Gabriel Copola tiene intenciones de trasmitirle a la sociedad buena parte de sus vivencias. Luego de obtener la licenciatura en Educación Física y convertirse en magister en Gestión de la Educación Superior, se desempeña como docente en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) y la Universidad Católica Argentina (UCA). El deporte tiene la capacidad de modificar la calidad de vida de las personas y este hombre de 38 años que nació en Ituzaingó lo sabe a la perfección.
