Hace 18 años fue abandonada de bebé en el colegio Esclavas y hoy busca a sus padres biológicos

Miranda Padua, tiene 18 años y desde hace tiempo pretende conocer su origen. Es por eso, que comenzó con una incansable búsqueda para dar con sus padres biológicos. Este año, se animó a realizar una publicación en un grupo de Facebook con el siguiente mensaje:

“Buenas tardes. Espero que me puedan ayudar. Si tuviste una hija el día 10-12-2002 y la dejaste en el Colegio Esclavas, barrera 80, zona Oeste, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Desde el 11 de Diciembre hasta el 27 de Diciembre, estuve en el Hospital Posadas. Me cuidaron las enfermeras del sector de recién nacidos. El día 27 de Diciembre de 2002, me tocó estar con mi familia, es decir, ese día llegué a sus vidas y desde entonces, hace 18 años, me tocó una familia hermosa que siempre me dijeron la verdad y me apoyan con mi búsqueda. Sólo necesito poder cerrar una etapa en mi vida y entender porqué el abandono, y cuáles fueron los motivos. Me interesa saber si tengo hermanos o hermanas.”
En diálogo con La Ciudad, Miranda, la protagonista de esta historia, contó cómo es su vida actualmente, la relación con sus padres adoptivos, y su deseo por conocer y establecer si es posible un vínculo con sus padres biológicos.
-¿Qué fue lo que te dio impulso para buscar hoy a tus padres biológicos?
“Lo que impulsa buscar mis orígenes, es entender la situación en la que estaban y el porqué dejarme justo en un lugar religioso.”
-¿La búsqueda comenzó a través de una publicación de Facebook?
“La búsqueda comenzó mucho antes que en las redes sociales. Me anime recién en 2019, a realizar una publicación en un grupo de Facebook para poder llegar a más personas.”
-¿Acudiste a algún registro?
“Todavía no tengo esa fuerza para ir a ver mi legajo.”
-¿Quién te acompaña en la búsqueda?
“Quienes me acompañan principalmente son mis viejos, mis mejores amigas y amigos, mi novio y el resto de mi entorno.”
-¿Qué repercusión tuviste a partir de la publicación?
“Mucha gente tirando buena vibra o gente contándome su historia de adopción. Los admiro por poder confiármelo.”
-¿Qué objetivo y expectativas tenés con encontrar y conocer a tus padres biológicos?
“Mis expectativas son de poder tener una buena relación. Y el objetivo principal es poder sacarme las dudas que tengo del porqué de toda la situación.”
-¿Qué es lo que le dirías a tus padres biológicos cuando los encuentres?
“Creo que si los encuentro les preguntaría el porqué, cuál fue su situación ese año que los motivó a decir ‘la damos en adopción para que tenga un buen lugar’. Sacarme todas las dudas posibles, saber si fui la única o si tengo hermanos más chicos o más grandes. Y después, poder tener un vínculo. Principalmente, les diría gracias por lo que hicieron. Porque gracias a ellos, me encontraron y me dieron una familia.”

-¿Cómo es tu vida actualmente? ¿Cómo es la relación con tus padres adoptivos? ¿Qué edad tenías cuando te contaron la historia?
“La relación con mis padres es la más linda del mundo. Obviamente, tenemos nuestros altos y bajos, nuestras discusiones, pero siempre les agradezco todo lo que hacer e hicieron por mí. Porque apenas tenía 17 días de nacida cuando llegué a sus vidas y el 27 de Diciembre, ellos me abrieron la puerta de su casa para darme todo el amor del mundo. Me tocó una hermosa familia que está compuesta por mis cuatro abuelos, mis tíos y mis primos, y la esposa de mi primo que hoy en día, forma parte de mi vida, la cual amo demasiado.
Actualmente, creo que estoy en una etapa de mi vida donde comprendo más las cosas. Me ha pasado que antes, les contaba a algunas personas que era adoptada y me trataban como un bicho raro. Y en parte, sufría con decirlo porque era muy inocente en ese tiempo. Y ya cuando cumplí los doce años, tuve una crisis, me sentía mal, y mis padres me contaron lo último que ellos sabían que era que me encontraron en el Colegio Esclavas, y después pasé a estar bajos los cuidados en el Hospital Posadas.
Es muy loco todo y también la edad de cuando me enteré. Porque tenía tres años cuando estaba con mi mamá aprendiendo a ir al baño (risas), y le pregunté así había nacido en su panza y ahí ella me dice que no y que era adoptada. Y cuando fui creciendo, me fueron diciendo las cosas a su debido tiempo y yo lo fui procesando. Lo que agradezco y valoro en ellos es que me lo contaron a una temprana edad y no siendo más grande. Conocí personas que se han enterado de grandes y no se sentían bien o vivían una vida de mentira.
Antes, el ‘ser adoptada’ lo veía como algo raro, me sentía como una oveja negra. Pero hoy, con dieciocho años, entiendo que la adopción es algo lindo. Es la acción más linda del mundo que una persona puede hacer.”
Por, Belén Medina.
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