Heladería Pocho, la historia de un emblema de Haedo que cumplió 70 años
Santiago Menu
En noviembre del 2022, la heladería Pocho cumplió 70 años y sus habituales clientes no dejaron pasar esta fecha para desearle los mejores éxitos a uno de los establecimientos más típicos con los que cuenta Haedo. Ubicado en la esquina de Fasola y Manuel Lainez, miles de personas suelen acercarse a este lugar y observar en sus vidrieras los fabulosos gustos que producen de manera artesanal. Este espacio que pasó de vender tan solo algunos productos a ser un emblema de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires tiene una rica historia familiar de esfuerzo y crecimiento que transformó a las cremas heladas en toda una tradición en el barrio.
En 1952, Rubén “Pocho” Emede e Hilda Ferri tomaron la determinación de abrir las puertas de un local, aunque nunca imaginaron que tendría el impacto que tiene en la actualidad. En su casa y a pocos metros del lugar en el cual se establecen hoy en día, impulsaron un almacén, aunque producto de su pasión por los helados comenzaron a vender algunos sabores seleccionados: crema, chocolate, limón.
Como buena parte de las heladerías de la época, Pocho estaba abierto en verano y primavera, por lo que el resto del año tenían que buscar otros canales de subsistencia. Algunos relatos indican que incluso se dedicaron a la compra y venta de muebles en épocas de invierno.
Tiempo más tarde, a partir de la fama que supo cosechar este negocio familiar, adquirieron la esquina de Fasola y Manuel Lainez para la venta al público y utilizaron su domicilio como lugar de producción. Actualmente, buena parte de los descendientes de esta pareja continúa con la tradición de las cremas heladas.
Una de las grandes características que presenta esta heladería es la elaboración de un gusto que hace deleitar a cada una de las personas que se acercan hasta el establecimiento: Pino Pingüino. Producido a partir de la combinación de crema chantilly especial y el valor que le aporta la Nutella, este sabor suele estar en la mayoría de los pedidos que recibe este negocio.
No caben dudas de que toda persona que conoce las calles de Haedo ha pasado por Pocho para tomar un buen helado. Este espacio se establece como un punto de conexión para much@s vecin@s que residen en el municipio de Morón y promete continuar con la tradición en la elaboración de productos de calidad. El tiempo y el avance de la modernidad parecerían no ser enemigos para Pocho.