Ituzaingó: denuncian por acoso sexual a un médico del Sanatorio del Oeste
Diario La Ciudad
El médico Fabricio Renato Triviño García (MN 160763), que atiende en el Sanatorio del Oeste (Gral. Félix Olazábal 319, Ituzaingó) fue acusado por acoso sexual dentro del consultorio de la guardia de ese sanatorio por mujeres que se atendieron en el lugar
“Son varios los casos en que mujeres que se atienden con éste medico, salen espantadas del consultorio, víctimas de acoso sexual” contó a La Ciudad un trabajador del sanatorio que no quiso dar su nombre.
La Ciudad pudo entrevistar a algunas de las víctimas en exclusiva:
El caso de M.S.
“Fui a la guardia del Sanatorio del Oeste por una herida en la pierna, me recetaron antibióticos y a los días empecé con diarrea. Por eso, decidí volver al centro de salud, en esta oportunidad, con un amigo que me acompañó”, relató M.S, paciente de Triviño.
“Luego de esperar para ser atendida, intenté entrar con él para que también escuche las indicaciones del médico. Sin embargo, el doctor me dijo que “no había chance de que pueda ingresar” y me pidió que cierre la puerta.
Hasta ese momento, la mujer pensaba que quien la había atendido unos días antes había sido el mismo hombre “porque tenía la misma contextura, morocho, muy parecido… Entonces él me dice: ‘No, yo no te atendí. Si no, no me hubiese olvidado de vos’”.
“Si vos estuvieses con un doctor, estas cosas no te pasarían” comenzó diciéndole Triviño con total desparpajo.
La mujer le comentó su estado de salud y él comenzó a hacerle preguntas que le llamaron la atención. En primer lugar, le preguntó con qué frecuencia mantenía relaciones sexuales y, ante la respuesta negativa de la paciente, Triviño le repreguntó: “Claro, ¿vos me decís que vos no tenés sexo?”
Seguidamente, indagó sobre su vínculo con el hombre que la acompañaba y, cuando le respondió que era un amigo, la trató de mentirosa: “‘Ah ok, vos decís que no tenés sexo’.?
También le preguntó por la fecha de su última menstruación y la paciente le contó que había sido hace varios años. “‘Ay, pero por ser menopáusica que bien que estás, que linda que sos’”, recordó que le dijo; y agregó: “Yo ya me quería ir del lugar”, aseguró M.S.
En un intento de evadir ese tipo de comentarios, la mujer le pidió al médico que le diga cómo proseguir para mejorar su estado de salud. Al respecto, le dijo: “’ vos deberías estar con un doctor, entonces si vos estuvieses con un doctor, estas cosas no te pasarían”.
Luego, le indicó que se realice una ecografía, un análisis de sangre y una inyección que contenía Novalgina. Ante el comentario de la mujer respecto a que esta última le bajaba la presión, el médico le dijo que se la iba a dar igual porque afuera estaba su amigo.
La intensificación del acoso
Entre enojada y asustada, M.S. pensó en irse del lugar, pero decidió realizarse los estudios para poder mejorar su estado de salud. Cuando volvió al consultorio con los resultados, le pidió a su amigo que intente entrar con ella, pero, una vez más, Triviño no lo dejó, “Me dijo que cierre la puerta, pero la dejé entornada por las dudas y el miedo que tenía.”
Al ver los resultados del análisis el médico le comentó que tenía sequedad vaginal e infección urinaria; y que, según la ecografía tenía el hígado graso. “SI estuvieras conmigo no tendrías sequedad vaginal” vociferó Triviño,
La paciente le preguntó sobre las causas y la respuesta del médico fue que era por “una vida descontrolada”. Por eso, le indicó que tenía que dejar de consumir alcohol, grasas y frituras. “Entonces le digo, no, no puede ser porque no es la vida que llevo’”, afirmó M.S.
Sin embargo, el médico no le creyó una vez más: “‘Bueno mirá, ya me mentiste con el sexo, ya me mentiste con tu amigo,¡ ahora me vas a decir que no tenés una buena vida?. Bueno, la vas a tener que dejar. Y para tener una buena vida, tenés que estar conmigo que soy un doctor y te voy a cuidar’”.
A su vez, Triviño le recetó vitamina C, vitamina B12 y un medicamento para la infección urinaria “que no tengo, no siento”, remarcó la mujer. En cuanto a la descompostura, le dijo que tenía que comer pollo y ensalada y que cualquier cosa, lo volviera a ver.
Sin embargo, el acoso no terminó ahí. Para anotar las indicaciones, buscó a la paciente en la computadora, y simulaba no encontrarla “ es que te veo y me ponés tan nervioso que no puedo encontrarte’. Yo a todo esto empecé a temblar ¿algo más? No, no. Bueno, pensalo si querés estar con un doctor”.
El otro caso vivido en el Sanatorio del Oeste
Otra paciente de Triviño, L.P, le contó a La Ciudad que se acercó a la guardia del Sanatorio del Oeste por un fuerte dolor abdominal. “Me empieza como a revisar, le comento lo que me pasaba, cuando me revisó no hizo nada osado ni nada”, contó la mujer.
Después le preguntó si sentía el dolor y, cuando le dijo que era en el bajo vientre, Triviño le preguntó si había tenido relaciones sexuales, a lo que ella le respondió que no. En este caso, el médico volvió a preguntar por la frecuencia. ” Esto último ya me pareció extraño, porque ya me había preguntado y ahí empecé a darme cuenta lo que estaba pasando”
Luego se fue a hacer los estudios que le había indicado y cuando volvió con los resultados le comentó que tenía una infección urinaria. “Me pidió el carnet, le pregunté si necesitaba también el documento, y me dijo ‘no, “Con el carnet está bien, y ya que estás, dame tu WhatsApp también’”, relató.
Triviño no está matriculado en la Provincia de Buenos Aires
Cuando este medio comenzó a indagar la situación de revista de Fabricio Triviño, se pudo constatar que tiene matrícula nacional solo habilitada para ejercer en la Cuidad de Buenos Aires. ” Para poder ejercer en Provincia debería estar inscripto en algún colegio médico y al parecer no es así” aseguró un alto funcionario del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. “Es el Sanatorio el que debe controlar que el médico que atiene esté en condiciones para trabajar dentro del establecimiento, cuando ingresa, se le piden todos los papeles, incluida la matriculación en el Colegio de médicos de la región” .
El caso de Triviño, alertó a varias pacientes que se atienden en el Sanatorio, en algunos casos, los testimonios son más o menos violentos, pero todos y cada uno de ellos, deben ser tipificados como acoso sexual y deben ser denunciados ante las autoridades policiales (comisaría de la mujer) o judiciales, como lo fueron estos.
Cuando se considera que hay acoso sexual
Se considera acoso sexual a cualquier conducta inapropiada, no deseada razonablemente, que ofenda o humille a una persona.
Se trata de insinuaciones no deseadas, peticiones de favores sexuales, conductas físicas o verbales que sean percibidos como ofensivos. Esa conducta puede interferir sobre el trabajo, transformándose en algo intimidante. Puede ser una conducta limitada a un incidente, o puede presentarse como un patrón de comportamiento intimidante, hostil u ofensivo.
Cuando se habla de una conducta no deseada no significa que sea involuntaria. La víctima puede consentir una conducta y participar en ella incluso si fuera ofensiva o censurable. La conducta sexual se considera como no bienvenida cuando la persona que es sometida la considera no deseada.
Tipos de acoso sexual agravado
- Por superioridad. Cuando quien comete el acoso se encuentra en situación de superioridad laboral, jerárquica o funcional, en los casos en que fuera el jefe o el docente, por ejemplo, la pena que se le impute será mayor.
- Por anuncio de un mal o amenaza. Cuando el acosador anuncia a la víctima un mal de forma creíble y real de causar o provocar algo en el ámbito de la relación legítima establecida, como entre jefe-empleado, docente-alumno, que pueda perjudicar a quien sufre el acoso o perjudicar a terceros.
- Por dirigirse a víctimas vulnerables. Cuando se dirige el acoso a víctimas que por su naturaleza resultan vulnerables por razones de edad, de enfermedad, por la situación en la que están. Actualmente el acoso sexual es más denunciado por las víctimas que se animan a expresarlo, para poder respetarse y respetar su persona.
Qu podemos hacer para evitar el acoso sexual en el ámbito de la salud
· En medicina general, podemos exigir, ya sea en una guardia o en consultorio con turno previo, ser atendidas por una profesional mujer. En nuestro país, casi todos los servicios públicos de salud cuentan con personal femenino.
· En el caso que la Institución no cuente con mujeres en el servicio o especialidad que necesitamos, podemos pedir la presencia de unx tercerx presenciando la consulta. Aunque no estemos acostumbradas a hacerlo, estamos en nuestro derecho de pedir este control para evitar cualquier inconveniente.
· En el caso de qué en el consultorio, al momento de la consulta, haya demasiadas personas junto con el profesional que nos atiende, y esta situación nos genera incomodidad o malestar (estudiantes, practicantes, residentes, etc.), podemos pedir que las personas se retiren, porque tenemos derecho a una consulta privada y confidencial.
· Concurrí a la consulta con ropa cómoda. Evitar jardineros, bodys/monoprendas que impliquen sacarnos toda la ropa para ser revisadas. Elegir prendas que no requieran dejarnos desnuda para ser examinadas, más aún para controles ginecológicos, PAP, colposcopia (se sugiere ir de pollera o pantalón).
· Cualquier tipo de examen físico es con consentimiento previo. Ante una negativa de parte de la paciente, no tenemos que ser violentadas ni agredidas por negarnos. Tenemos derecho a decir que NO.
· Es importante que reconozcamos qué tipo de profesional de la salud puede realizarnos examen físico, tocarnos, examinarnos. Un medicx, enfermerx, parterx, kinesiologx y algunxs profesionales más si deben tocarnos con el fin de realizar su trabajo. Un camillero, un chofer de ambulancia, personal de limpieza, técnico que extrae sangre, técnico que hace estudios por imágenes, etc. no tiene por qué tocarnos.
· Si te toca pasar por una situación de abuso por parte del personal de salud, es importante que registres el nombre y apellido del profesional, y exijas su número de matrícula. Estos datos te van a servir para realizar la denuncia.
En el examen del aparato respiratorio (pulmones) generalmente se debe auscultar (escuchar) con el estetoscopio. Esto puede hacerse SIN necesidad de desnudar a la persona en el torso superior, mucho menos sin corpiño. El estetoscopio se puede introducir por el cuello de la ropa si es ropa liviana, e ir moviéndolo con el paciente sentado y el profesional parado al lado. En caso de tener mucho abrigo, se le pide al paciente que se saque un poco pero NO que se desnude. NO ES NECESARIO.
· El examen para escuchar el corazón con el estetoscopio, se hace por delante, y tampoco es necesario sacarse corpiño ni toda la ropa. No deben asentar el estetoscopio en el pezón, sino por encima de la mama, con eso basta y sobra.
· En caso de necesitar realizarnos un electrocardiograma, NO ES NECESARIO desnudarse, el estudio se puede hacer corriendo un poco el corpiño y el profesional que lo realice no tiene que tocar más allá de los puntos específicos donde se colocan las piezas. En este estudio es necesario colocar todo cerca de la zona de las mamas, pero tampoco sobre el pezón.
· Examen de la parte urinaria: en caso de infecciones urinarias o vaginosis (mucho flujo y picazón en zona de vulva), no hay necesidad de hacer abrir de piernas a las pacientes, mucho menos si el profesional no es ginecologue. Con el interrogatorio, laboratorio y algunos síntomas que surgen en el control clínico, es suficiente.
· El examen de todo lo que está en la panza (intestino, hígado, ovarios, vesícula, páncreas, riñones, bazo) se pueden realizar sin necesidad de sacar la remera, solo levantándola hasta la mitad del torso, sin tocar las mamas. Todo esto tiene que ser con permiso previo. La zona baja de la panza, más cerca del pubis, tiene que ser tocada si el dolor está en esa localización, sin llegar nunca a vagina, labios ni zona aledaña. Con tocar hasta encima de donde empiezan los pelos del pubis, es suficiente.
· En el examen ginecológico para personas con vulva, es importante destacar que, en caso de haber disponible una mujer en el servicio, podemos exigir la presencia de una tercera observando la consulta, o pedir que nos atienda una mujer. Para la realización de tactos en vagina, PAP, colposcopia y demás estudios específicos, es necesario quitarnos la bombacha y abrir las piernas, así el profesional pueda visualizar y realizar la práctica. Pero solo quitarnos la parte de abajo, no hay fundamento para quitarnos toda la ropa, mucho menos quedar desnudas.
· Los controles de mamas, para nada es de rutina en una consulta normal con unx clinicx .El examen es sencillo, y en caso de que un ginecólogo quiera realizarlo, hay que pedir previamente información del porqué lo hace, con qué fundamento. En caso de que sí tengamos que realizarnos este examen, podemos pedir que una tercera persona ingrese a presenciar la consulta.
· En caso de colocación de inyecciones, no es necesario que la paciente se baje todo el pantalón. Con descubrir una parte superior de una de las dos nalgas, es suficiente. Mucho menos que se le pida que se saque la bombacha.
· No hay muchas prácticas que justifiquen que el médico esté por detrás de la paciente parada. A veces para palpar glándulas tiroideas, el médico se coloca atrás y hace parar a la paciente, muy cerca con sus manos en el cuello de la misma. Eso no es necesario, la paciente puede estar sentada y el profesional atrás parado.
· En cualquier estudio con rayos X teniendo ropa de algodón, sin costuras gruesa, plásticos, metales, bordados o impresiones plásticas podrán dejársela puesta. En una resonancia es lo mismo.
· Si no se sintieran cómodas pueden solicitar la presencia de una enfermera o alguien de confianza que se quede en el vestuario o en la sala y salga durante el tiempo del disparo, en rayos es de segundos, en tomografía y resonancia, no se puede estar durante el estudio.
· En consulta con psiquiatra, que el profesional comparta datos relacionados a cuestiones personales íntimas, prácticas sexuales, o gustos o deseos muy privados no debería ser considerado apropiado. Los psiquiatras no hacen valoraciones sobre imagen, figura, detalles de la fisonomía, ideología, religión etc . No es necesario nunca que vean desnudez a ningún paciente.
· En odontología, ninguna posición de trabajo requiere que el profesional apoye su cuerpo en el cuerpo de le paciente. Si algo te incomoda, NO está bien.
· De ningún modo puede suceder que un enfermero/a te baje completamente la ropa, exponiendo tus glúteos para colocar una inyección. Basta solo con descubrir una pequeña parte, muchas veces sin necesidad de bajar tu ropa interior; Tampoco que te hagan quedarte con los senos al descubierto para realizar un electrocardiograma.
El documento con las buenas prácticas se puede pedir en el Instagram de @mujeresquenofuerontapa.