Ituzaingó: prisión preventiva para el abusador del merendero "Un Rayo de Esperanza"
Diario La Ciudad
El Juzgado de Garantías 3 de Morón, dispuso en las últimas horas la prisión preventiva para un hombre acusado por dos abusos sexuales contra dos menores bajo amenazas y a los que debía cuidar hace cinco años atrás y en los que las pequeñas víctimas se animaron a denunciarlo en barrio La Esperanza, informaron los voceros judiciales.
Según indica la medida dispuesta por el juez Gustavo Robles ante el pedido de la fiscal que investiga el caso María Alejandra Bonini, titular de de UFI 12 de violencia familiar y de género de Morón; Oscar Luis Pérez de 68 años, quien en ese momento administraba el comedor comunitario “Un Rayo de Esperanza”, en San Salvador al 2500, entre Peredo y Camerucci del Barrio La Esperanza, deberá esperar el juicio detenido.
Según la calificación legal que le impuso el juez Robles, al que tuvo acceso Diario La Ciudad al acusado se le enrostran los delitos de “Abuso sexual de un menor de 13 años de edad agravado por la condición de guardador del sujeto activo, reiterado – al menos en tres oportunidades – en concurso real con abuso sexual con acceso carnal de un menor de 13 años de edad agravado por la misma condición de guardador, reiterado – al menos en dos oportunidades – y amenazas simples”.
También dispuso para el imputado el rápido traslado a un penal bonaerense, añadieron los informantes.
La detención de Pérez, quien era administrador de dicho comedor por tres décadas fue efectuada en el sábado 9 de julio luego de la denuncia que hiciera la madre de las pequeñas tras los dichos de abusos sexuales.
En el expediente consta que los hechos de abusos ocurrieron hace cinco años. La pericia médica realizada a una de las menores determinó que la nena fue violada.
El acusado es el padrino del hermano de la mamá de las víctimas, quien también fue abusada por el mismo sujeto cuando ella era chica, aunque manifestó que jamás lo pudo denunciar.
Los abusos a las hermanitas se produjeron hace cinco años cuando ellas vivían con su papá y mamá en la casa de sus abuelos maternos, ubicada al lado del comedor comunitario “Un Rayo de Esperanza”.
Por Ramón González