Ituzaingó: una joven ciega persigue el sueño de tener su perro guía y necesita ayuda

Ituzaingó: una joven ciega persigue el sueño de tener su perro guía y necesita ayuda
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En Ituzaingó, una joven llamada Agustina está dando un ejemplo de resiliencia y determinación al perseguir el sueño de obtener un perro guía, una herramienta que transformaría su vida cotidiana al darle mayor autonomía, libertad e independencia. Para ella, este perro no es una mascota, sino un compañero de trabajo que la ayudaría a enfrentar los desafíos diarios de desplazarse por la ciudad.


“El perro guía es una herramienta muy útil. Es un perro, pero no es una mascota; es un perro de trabajo”, explica Agustina. Estos perros son entrenados durante dos años para aprender a guiar a personas con discapacidad visual, evitando obstáculos como personas, carteles, mesas en las veredas y otros elementos que dificultan el caminar.


“Con el perro podés caminar más rápido y más segura. Lo que antes hacía en cinco minutos, con el perro lo hago en uno. Es otra vida”, cuenta. Pero además del apoyo práctico, Agustina destaca el impacto emocional de tener un perro guía: “Te da mucha autonomía y libertad. Es increíble cómo te cambia todo”.


Cuando estos perros cumplen diez años, se jubilan. En ese momento, los dueños pueden elegir entre quedárselos como mascotas o devolverlos a la escuela de entrenamiento, donde pueden ser utilizados para otras terapias.


El costo de un perro guía es elevado. Para recibirlo, Agustina debe reunir $10.000 dólares: $5.000 al momento de la entrega del perro y otros $5.000 que pueden pagarse en cuotas durante un año. Actualmente, ella está en plena campaña de recaudación de fondos, buscando la colaboración de quienes quieran apoyar su causa.

El camino de Agustina hacia la independencia no ha sido sencillo. Según relata su madre, Agustina nació de manera prematura, a los seis meses de gestación, junto con su hermana melliza, Celeste, quien lamentablemente falleció debido a las complicaciones de la prematurez.


Agustina fue diagnosticada con retinopatía de prematuridad, una condición que afecta la retina. Aunque logró desarrollar una visión mínima en su infancia gracias a terapias y estimulación temprana, la misma se perdió por completo en su adolescencia. “Entre los 12 y los 13 años, perdió toda la visión restante y comenzó un nuevo camino de vida”, cuenta su madre, quien ha sido un pilar fundamental en su desarrollo y educación.


Hoy, Agustina no solo enfrenta los desafíos de la ceguera, sino también el reto de alcanzar su sueño de tener un perro guía. Con la ayuda de su familia y la comunidad de Ituzaingó, está decidida a lograrlo.


Para poder colaborar con Agustina y su familia, podes enviar dinero al alias perroguia.agustina.
Asimismo, para conocer todas las campañas realizadas tanto por ella como por su familia, podes acceder a la cuenta de Instagram @unperroguiaparaagus y seguir de cerca de su sueño.

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