Iván Orellana, la historia del joven taekwondista de Moreno que vendió comida para competir
Santiago Menu
A lo largo y ancho del país, existen diversas disciplinas deportivas que no reciben los fondos suficientes para que l@s atletas puedan desempeñarse sin problemas. Es por esta razón que much@s de ell@s realizan actividades extra con el claro objetivo de pagarse los pasajes y costearse los gastos que implica participar de una competición. Este es el caso de Iván Orellana, una de las jóvenes promesas de nuestro país en Taekwondo, que se vio en la necesidad de salir a vender milanesas para poder hacerle frente a los elevados costos que implican hacerse presente en un Mundial de la categoría. Su historia de superación merece ser contada.
Este vecino de Moreno de apenas 20 años comenzó a apasionarse con el universo de las artes marciales cuando tenía tan solo cinco años. Proveniente de una familia muy comprometida con este deporte, Iván se entretenía en el gimnasio de su padre Hugo, hasta que con el paso del tiempo empezó a prepararse de manera profesional. Al parecer, el talento estaba en su sangre.
En 2017, Orellana tuvo uno de sus primeros éxitos en la actividad: se consagró en el tradicional US Open que se disputó en Portland, Oregon, Estados Unidos, en las disciplinas de formas y lucha. Fue en este momento en el que comprendió que su futuro debería estar ligado al Taekwondo.
En buena parte de los torneos a los cuales este joven surgido de Moreno se presenta, su padre intenta acompañarlo y aconsejarlo tácticamente. Sin embargo, la situación económica hace que las complicaciones sean cada vez mayores. Es por esta razón que la familia del deportista realiza rifas, vende pollo con papa fritas, pizzas o milanesas y organiza torneos de penales y de truco. Con lo recaudado, más la ayuda de much@s vecin@s del barrio, se busca cubrir la mayor parte de los gastos que implica un torneo.
Este año, en el marco del Mundial de Taekwondo disputado en Tampere, Finlandia, obtuvo la medalla de bronce en la división de lucha juvenil de menos de 63 kilos. Este logro enorgulleció no solamente a toda su familia, sino también a todo Moreno. Iván Orellana se encuentra en franco crecimiento y espera que su 2024 esté plagado de éxitos. Mientras tanto, sus seres más cercanos planifican diferentes actividades para poder apoyar económica y emocionalmente a esta joven promesa argentina.