La cotidianeidad del Conurbano Bonaerense en la cámara de The Walking Conurban
María Josefina Severino
Hace cuatro años, un grupo de amigos de Berazategui, al sur del Gran Buenos Aires, decidieron abrir una cuenta de Instagram para mostrar el Conurbano Bonaerense, al que definieron como un “paraíso post-apocalíptico a minutos del obelisco”. Se trata de The Walking Conurban (TWC), que hoy cosecha más de 350 mil seguidores en la red social que la vio nacer; así como 61 mil en Twitter y más de 5 mil en Facebook.
El concepto de TWC surgió luego del temporal del 4 de abril de 2012, cuando Diego Flores, Ángel Lucarini, Ariel Palmiero y Guillermo Galeano recorrían las calles de su barrio: “Nosotros nos conocimos en la escuela primaria, hace ya casi 20 años, y por aquel entonces teníamos una banda y al día siguiente de la tormenta teníamos que ensayar”, contó Guillermo a La Ciudad.
Si bien el camino que debían recorrer les llevaba 10 minutos en línea recta, ese día tardaron casi una hora debido a que los árboles caídos tras la tormenta imposibilitan transitar con normalidad. A esta escena se sumaban las y los vecinos que, al quedarse sin luz, habían cortado las calles y armado fogones en las esquinas. “Todo ese paisaje post apocalíptico inició como chiste interno el ‘The Walking Conurban’”.
Desde entonces, el grupo de amigos comenzó a fotografiar lugares y de escenas llamativas del conurbano con el fin de compartirlas entre ellos; y recién el 14 de abril de 2018 decidieron crear el Instagram para sacar a la luz todo el material que habían recopilado. Sin embargo, no pretendían alcanzar la magnitud que tienen hoy.
Desterrar la estigmatización
Con el paso de los años, la cuenta “se tornó más seria o por lo menos más rigurosa, sin que necesariamente sea solemne, pero sí manteniendo una línea y un discurso en el que, sobre todo, se valora al conurbano”, detalló el integrante de TWC.
“El Conurbano es el lugar en el que crecimos y desarrollamos toda nuestra experiencia de vida”, expresó Galeano; y agregó que “es difícil pensar que alguien acepte que el lugar en el que generó todos sus recuerdos malos y buenos, lazos de pertenencia, etc, es un lugar horrible y tenga que aborrecerlo”.
Sin embargo, el desprecio hacia el Conurbano Bonaerense existe; y es algo que sucede en gran parte por “el discurso hegemónico” que lo carga de negatividad. Frente a esa imagen, desde TWC buscan mostrar la cotidianeidad de los 24 municipios que rodean a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esto lo logran gracias a que su contenido pasó a ser colaborativo; es decir que las y los mismos seguidores envían fotos y videos de sus ciudades.
“Nosotros hacemos hincapié en un Conurbano más realista, o por lo menos, menos exagerado en su rasgo negativo. Ver el Conurbano de día, sin gente agarrándose a piñas, sin vecinos peleando, sin tiros, sin sangre, pareciera ser una novedad mediática, sin embargo en la vida de 10 millones de personas es la regla y no la excepción”, expresó Galeano.
En búsqueda de la unidad del conurbano, ese lugar con potencial turístico
Aunque se suelen marcar diferencias entre las zonas Sur, Oeste y Norte, el referente de TWC expresó que comenzaron a ver similitudes entre los paisajes. A su vez, entienden que “los problemas suelen ser parecidos y que las formas de resolverlos también son similares”. De esta forma, “la identidad que antes se circunscribía a un barrio o a una localidad” se extiende a todo el conurbano.
En este sentido, Galeano hizo hincapié en la necesidad de “dejar de lado el localismo” para ver al conurbano como una unidad. “Por eso es The Walking Conurban y no The Walking Zona Sur o The Walking Tercera sección electoral”, ejemplificó.
Sin embargo, un obstáculo para lograr esa unidad es que “el tiempo que uno tarda en recorrer la distancia que nos separa es ridícula. Para ir en transporte público de Berazategui a Ituzaingó se tarda más o menos lo mismo que para ir a Chascomús”.
Entre las cosas que comparten las diversas zonas, Galeano destacó la belleza que, aunque no se muestre, está ahí. “Es curioso, pero en el descubrimiento que hay del conurbano, que para todos nosotros es el territorio más inmediato que tenemos, todavía existe lugar para la sorpresa de que algo que no sea una zanja abierta pueda existir”, manifestó.
Consultado por el papel de Ituzaingó en TWC, que en ocasiones aparece en sus publicaciones, manifestó: “Lo tiene a Rubén Díaz, que hace poco nos invitó a recorrer la ciudad, y el mero hecho de tenerlo a él y a su obra ya la hace turística. O sea, para ir a ver el Coliseo, la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o la Torre de Pisa ya ni siquiera hace falta salir de Ituzaingó”.
En este marco, se refirió a la potencialidad “turística” no sólo de Ituzaingó sino de todo el Conurbano Bonaerense, que “está tan concebido como ciudad dormitorio que no se le reconoce la posibilidad de ser estéticamente bello ni aún siéndolo”.