La historia de la colonia nudista de Ituzaingó
Santiago Menu
En los albores de la década de 1940, la tranquila región del Puente de Márquez en Ituzaingó, en las cercanías del río Las Conchas, fue escenario de una práctica poco convencional para la época: el nudismo. Según testimonios recogidos en la prensa, particularmente en el Diario Crítica de 1934, este enclave fue elegido por una asociación que impulsaba esta actividad con un enfoque pionero en Argentina.
La organización, considerada la primera de su tipo en el país, se inspiró en movimientos similares que ya tenían cierta aceptación en Europa y Norteamérica. Según las crónicas, la entidad contaba con noventa asociados, de los cuales cuarenta eran mujeres. El grupo promovía el nudismo bajo la premisa de una “nueva moral” y con fines científicos, según declaraban sus miembros.
Este enfoque buscaba desligar la práctica del nudismo de cualquier controversia o malinterpretación, inscribiéndola en un marco de experimentación social y cultural. No obstante, la iniciativa generó revuelo y polémica en la comunidad local y en los medios de comunicación nacionales.
Uno de los puntos críticos señalados por la prensa fue la falta de privacidad del espacio donde se practicaba el nudismo. Las inmediaciones del Puente de Márquez, aunque tranquilas, eran accesibles para l@s vecin@s y curiosos que se acercaban al río Las Conchas.
En ese sentido, tanto el Diario Crítica como Noticias Gráficas remarcaron la necesidad de implementar medidas que garantizaran el aislamiento de las actividades nudistas. Se sugería la construcción de un cerco que evitara la exposición involuntaria de quienes transitaban por la zona o utilizaban el río con otros fines recreativos.
La falta de delimitación del área no solo provocaba incomodidad entre algunos sectores de la comunidad, sino que también ponía en evidencia el choque cultural entre una práctica vanguardista y las costumbres tradicionales de la época.
La colonia nudista del Puente de Márquez no fue un caso aislado. Durante las primeras décadas del siglo XX, el nudismo comenzó a expandirse como parte de movimientos que defendían un regreso a la naturaleza y una vida más saludable. Alemania, Francia y Estados Unidos lideraban esta corriente, donde se combinaban ejercicios físicos, prácticas de relajación y una filosofía de aceptación corporal.
Aunque la colonia nudista del Puente de Márquez no prosperó a largo plazo, este episodio quedó registrado como un intento temprano de introducir ideas nuevas y disruptivas en el tejido social argentino. El hecho refleja no solo la apertura de ciertos sectores a movimientos internacionales, sino también las tensiones culturales que estas prácticas generaban en la Argentina de mediados del siglo XX.