La historia de la Vuelta Atlética de Ituzaingó
Santiago Menu
A fines de la década del 70, Ituzaingó fue testigo del inicio de un evento deportivo que marcaría un hito en la historia del atletismo local: las carreras de maratón impulsadas por el destacado deportista José María Camarotta, conocidas popularmente como la Vuelta Atlética de Ituzaingó. Hasta ese momento, las carreras se realizaban de forma individual en algunos clubes, pero en 1977, Camarotta logró organizar la primera competencia oficial en el Club Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó (GEI), con la participación de 84 atletas provinciales. Este fue el primer paso de un largo recorrido que llevaría a estos torneos a convertirse en un evento de renombre tanto a nivel nacional como internacional
En los años siguientes, el número de participantes creció de manera sostenida. En 1978, fueron 310 atletas los que se sumaron a la competencia, mientras que en 1979, el número ascendió a 340. La popularidad del evento siguió en aumento y, para 1995, la maratón ya contaba con 2108 corredores. A lo largo de esos años, figuras clave como Carlos Fuentes, Juan Carlos Pompa, Luis Parola y Daniel D'Alessandro colaboraron en el desarrollo del deporte en la región, ayudando a que las carreras se consolidaran como una de las principales atracciones deportivas de Ituzaingó.
En 1979, la competencia adquirió carácter nacional, atrayendo a atletas de diferentes provincias. Sin embargo, fue en los años 90 cuando se internacionalizaron, con la participación de corredores de países como Perú, Chile, Brasil, Paraguay y Uruguay. En 1995, un atleta brasileño se llevó la victoria, mientras que en 1996, el primer puesto fue para un corredor chileno. Este crecimiento en la relevancia del evento posicionó a Ituzaingó como un importante escenario para el atletismo en la región.
El recorrido de las primeras competencias abarcaba 12 kilómetros, con un trayecto que pasaba por el Club GEI y recorría gran parte de la localidad, incluyendo la plaza norte y la calle Pringles. Sin embargo, en 1980, el trazado se trasladó al boulevard de la avenida Ratti y, desde 1993, se reglamentó un circuito de 10 kilómetros, supervisado por la Federación Mundial de Atletismo. Ese mismo año, la competencia incluyó por primera vez una categoría para discapacitados a nivel nacional, promoviendo así la inclusión en el deporte.
El legado de Camarotta y su impulso al atletismo en Ituzaingó continúa siendo una fuente de inspiración para nuevas generaciones de deportistas, que siguen manteniendo vivo el espíritu de las carreras de maratón en la región.