La historia de los carnavales en Ituzaingó
Los primeros registros de carnavales en la ciudad datan de la década del 30, cuando el Parque Hotel Ituzaingó era el epicentro de los festejos
Los carnavales en Ituzaingó tienen una historia rica y vibrante que ha atravesado distintas etapas, desde los exclusivos bailes de la década del 30 hasta las multitudinarias celebraciones populares de la actualidad. Con el paso del tiempo, esta festividad se convirtió en un emblema de la identidad local y en una manifestación de la cultura barrial.
Los primeros registros de carnavales en la ciudad datan de la década del 30, cuando el Parque Hotel Ituzaingó era el epicentro de los festejos. En aquel entonces, los bailes de carnaval eran eventos distinguidos, donde los hombres asistían de traje y las mujeres con elegantes vestidos largos. Estas reuniones se caracterizaban por la música en vivo, las mascaradas y un ambiente refinado que reflejaba la sociedad de la época.
Con la llegada de los clubes de barrio en la década del 40, el carnaval comenzó a expandirse y popularizarse. El Club Santa Rosa, ubicado donde hoy se encuentra el colegio José Manuel Estrada, se convirtió en un punto de encuentro clave para las celebraciones. La participación de las familias y vecin@s consolidó al carnaval como una tradición comunitaria, enriquecida por la música, los disfraces y los juegos con agua.
También el Club Atlético Ituzaingó se sumó a los festejos de Carnaval
🔙 Invitación a los famosos carnavales de nuestro club allá por 1942.#SomosItuzaingó 🟢⚪🟢 pic.twitter.com/DxWDBCFz6P
— Club Atlético Ituzaingó (@ItuzaingoPrensa) March 3, 2025
Los años 60 marcaron un nuevo capítulo para los festejos, con la llegada de los corsos a los espacios públicos. Inicialmente, la Plaza 20 de Febrero fue el escenario de los desfiles y comparsas, para luego trasladarse a la Plaza San Martín y finalmente a la calle Ratti. En esta etapa, los baldazos de agua, el papel picado y los disfraces coloridos se convirtieron en el alma del carnaval, generando una atmósfera de alegría y desinhibición que contagiaba a grandes y chicos.
Sin embargo, la historia del carnaval en Ituzaingó no estuvo exenta de interrupciones. Durante la última dictadura cívico-militar, los carnavales fueron eliminados del calendario de días festivos. La represión de toda expresión popular buscaba silenciar el encuentro comunitario y limitar las manifestaciones culturales del pueblo. Esta prohibición dejó una huella profunda en la identidad festiva de la localidad, apagando por un tiempo la llama del carnaval.
No fue hasta los años 90, con la llegada de la autonomía de Ituzaingó, que los carnavales resurgieron con fuerza. El crecimiento de nuevas murgas y comparsas locales extendió la celebración a distintos barrios del municipio, devolviéndole su carácter popular y masivo. Las calles volvieron a llenarse de música, baile y color, recuperando una tradición que hoy sigue más viva que nunca.
Actualmente, los carnavales en Ituzaingó son una fiesta de identidad y resistencia cultural. Cada año, cientos de vecin@s se congregan para participar en corsos, desfiles y espectáculos artísticos, reafirmando el sentido de comunidad y celebrando una historia que, a pesar de las adversidades, sigue latiendo en el corazón del pueblo.
