La historia del surgimiento de la estación de Ituzaingó
Santiago Menu
Hace algunas horas, los ferrocarriles volvieron a estar en la escena de la opinión pública luego de que se haya producido un impactante choque de trenes del San Martín en las cercanías de la estación de Palermo que dejó como saldo varias personas heridas. Las hipótesis sobre esta situación dan vueltas y el estado actual del transporte público nacional frente a la iniciativa de privatización del gobierno nacional está en el centro de la agenda política. En este sentido, resulta necesario recuperar algunas historias vinculadas a la importancia que tiene este medio de transporte en la vida de las sociedades a lo largo del tiempo. Desde Diario La Ciudad, en esta oportunidad, nos detendremos a analizar el surgimiento de una de las paradas más relevantes que tienen el conurbano bonaerense en la actualidad: la de Ituzaingó.
Para contar el relato completo de esta historia es necesario retroceder al 1872, cuando ya se hablaba entre l@s vecin@s de la zona de instalar una estación que se encuentre en un punto intermedio entre Merlo y Morón. Manuel Rodríguez Fragio, uno de los pobladores más importantes por aquel entonces de la zona oeste de la Provincia de Buenos Aires, fue uno de los primeros en solicitar a las autoridades de los ferrocarriles que le autoricen la construcción de una parada. Luego de mucha insistencia y de diversas negociaciones, el directorio aprobó este proyecto el 13 de marzo de 1872 para la felicidad del pequeño poblado de Ituzaingó.
Más allá de las complejidades que implican una obra como ésta en el siglo XIX, la construcción de la estación estuvo finalizada apenas en dos meses, y enseguida, las autoridades locales fijaron su apertura para el 22 del mismo y su habilitación definitiva al público para el 4 de enero de 1873. No obstante, lo que nadie preveía es que los terrenos se encontraban sumamente alejados de donde estaba asentada la gran parte de la población.
De acuerdo al relato de muchas personas que atravesaron este proceso, la estación de Ituzaingó quedó sola en medio del desierto, ya que en las 60 cuadras que la rodean y en las cuales se iba a formar el nuevo pueblo y los contornos todavía no había nada. Debido a estas distancias, no había pasajeros ni transporte de carga para los vagones, por lo que tuvo que permanecer cerrada por un año. Recién el 4 de enero de 1874 puede establecerse como el momento en el cual esta parada comenzó a ser utilizada.
Es importante mencionar que, entre 2021 y 2023, la estación fue restaurada en su totalidad, lo que generó que permanezca alrededor de 27 meses cerrada. En este tiempo, se construyeron modernos refugios y boleterías, y fue reinaugurado el 3 de octubre del 2023 para alegría de tod@s l@s vecin@s.
Los ferrocarriles forman parte de nuestro día a día y es nuestra tareas preservarlos y defenderlos. Para que haya un servicio de mejor calidad, es necesario que el Estado intervenga en su funcionamiento.