La historia detrás del escudo de Ituzaingó
El escudo de Ituzaingó, símbolo de la identidad local, tiene una rica historia que refleja tanto el pasado heroico de la zona como los desafíos y cambios que vivió hasta convertirse en el emblema actual. La primera iniciativa para dotar a la ciudad de un escudo propio surgió en 1964, cuando el "Noticiero Ituzaingó" convocó a un concurso para su creación, encabezado por un jurado de reconocidos expertos en heráldica, como Jorge de Zarazaga Berenger, Hugo Fernández Burzaco y Julián de Alós de Amilibia. El objetivo era conmemorar la historia del pueblo, en especial su conexión con la batalla de Ituzaingó, un hecho militar crucial en la historia argentina.
Entre los bocetos presentados, uno llamó particularmente la atención del jurado: un diseño que reproducía el distintivo otorgado en 1827 por las Provincias Unidas del Río de la Plata a los vencedores de esa histórica batalla. Este diseño fue aceptado por la Comisión de Festejos en 1965, debido a su fuerte vínculo con la historia nacional y su capacidad de representar un acontecimiento clave para la identidad del lugar. Aunque fue presentado oficialmente el 24 de octubre de ese año en una Cena de las Instituciones, el escudo nunca fue oficializado por el municipio de Morón, al cual Ituzaingó pertenecía en ese entonces.
Con la creación del municipio autónomo de Ituzaingó en 1995, surgió nuevamente la necesidad de crear un escudo que representara a la ciudad. En 1996, se convocó a un nuevo concurso, donde se premió la propuesta de María Teresa Cozza de Fumega. Sin embargo, esta obra, aunque reconocida por sus méritos artísticos, fue rechazada por el Concejo Deliberante debido a su complejidad para ser reproducida con claridad en diferentes formatos y escalas. Este contratiempo puso en pausa la búsqueda del emblema oficial.
No fue sino hasta el 12 de agosto de 2003, con el decreto 473/03, que se convocó a un nuevo concurso para el escudo de Ituzaingó. Finalmente, en enero de 2014, el joven diseñador gráfico Nicolás Patricio Torroglosa, de 27 años, ganó el concurso con una propuesta que respetaba tanto las normas heráldicas como la funcionalidad requerida para su reproducción en diversos soportes. Su escudo fue seleccionado entre 43 propuestas por un jurado conformado por figuras clave de la comunidad, entre ellos el intendente Alberto Descalzo y destacados artistas plásticos como Marino Santa María y Ernesto Bertani.
El proceso de selección también contó con la asesoría de Facundo Valdez, quien tuvo a su cargo el análisis técnico de las propuestas para asegurar que cumplieran con el reglamento del concurso. Finalmente, el Honorable Concejo Deliberante de Ituzaingó aprobó por unanimidad el diseño de Torroglosa, que desde entonces ha representado con orgullo a la ciudad.
El escudo de Ituzaingó no solo simboliza el pasado y el presente de la ciudad, sino también el esfuerzo colectivo de sus ciudadanos por encontrar un emblema que refleje su identidad y sus raíces. La historia detrás de su creación es testimonio del compromiso de la comunidad con su historia y su deseo de forjar un símbolo duradero para las futuras generaciones.
