La lucha por la Memoria continúa: Un fallo judicial estableció la permanencia de los sitios de Memoria
Melina Alderete
El pronunciamiento estuvo a cargo del juez Ariel Lijo, quien resolvió que los espacios dedicados a la preservación de la Memoria, la Verdad y la Justicia deberán permanecer abiertos y en funcionamiento, a pesar de los ataques del gobierno nacional.
Esta semana, el juez Ariel Lijo emitió un fallo que establece la permanencia de los sitios de Memoria ubicados en CABA, en medio de los ataques y el ajuste del gobierno nacional hacia los espacios dedicados a los Derechos Humanos.
Las resoluciones responden a una presentación de la legisladora porteña, Victoria Montenegro, quien advirtió al magistrado acerca de los despidos y el recorte presupuestario que la administración libertaria le está haciendo a los cinco sitios de Memoria que se ubican en el territorio de la Ciudad de Buenos Aires.
Para Montenegro, las medidas adoptadas por el gobierno de Javier Milei ponen en peligro la sostenibilidad de los lugares destinados a transmitir la memoria de lo sucedido durante los años del terrorismo de Estado.
En CABA, existen cinco espacios de memoria vinculados directamente con el gobierno nacional. Son sitios donde funcionaron los campos de concentración de la ESMA, el Olimpo, Club Atlético, Automotores Orletti y Virrey Cevallos. Este último, ubicado en el barrio de Monserrat, está en riesgo inminente de cierre porque, según denuncian desde el gremio, se quedó sin trabajadores luego de que el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, resolviera echar a todo el personal.
Las resoluciones
El magistrado Ariel Lijo firmó esta semana dos resoluciones en las que le ordena a la Secretaría de Derechos Humanos que emplee todos los medios necesarios para garantizar una dotación de personal capacitado para que se continúen con las tareas de transmisión de lo que ocurrió durante los años de dictadura cívico-militar en nuestro país.
Además, el juez dispuso que se hagan tareas de mantenimiento, conservación, preservación del edificio y limpieza diaria en los sitios de Memoria para que puedan permanecer abiertos al público y en funcionamiento.
Otro de los puntos importantes del fallo de Lijo alude a la preservación de los acervos y los archivos que se han generado hasta la fecha y a la petición de que se continúen llevando adelante las tareas de investigación y coordinación pedagógicas, ya que muchos espacios de Memoria han perdido al personal dedicado a la investigación y a la coordinación de visitas con las escuelas y los barrios.