"Ley Ómnibus", una ley en el nombre de la libertad que la restringe: Qué dice el proyecto que el gobierno de Javier Milei presentó al Congreso
Melina Alderete
El pasado miércoles 27 de diciembre, el gobierno de Javier Milei envió al Congreso el proyecto de ley titulado “Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos“, una normativa de carácter “ómnibus” debido a la cantidad de reformas que abarca en su interior.
El proyecto de ley abarca derogaciones y modificaciones en materia económica, impositiva, energética, penal y electoral y contiene más de 180 páginas con 664 artículos que afectan a cientos de normativas que, hasta el momento, se encuentran vigentes.
En la actualidad, la denominada “Ley Ómnibus” es tan solo un proyecto y aún debe ser debatido por el Poder Legislativo, en donde el líder libertario pretende que la normativa sea aprobada. Sin embargo, para la abogada Daniela B. D’Atena, las posibilidades de que esto ocurra son muy bajas: “Es una ley que no tiene oportunidad de ser aprobada, al menos en lo que respecta a mi criterio. Además, no es una ley clara. Toca y mezcla miles de fueros diferentes: lo penal con lo tributario, con lo civil, con derecho administrativo… Así es imposible que la gente entienda lo que propone la ley”, afirma.
La Ciudad conversó con D’Atena para analizar los puntos más importantes del proyecto de ley presentado por Javier Milei al Congreso y evaluar cómo impactaría la normativa en el día a día de la gente.
La “Ley Ómnibus” tiene más de cien páginas y modifica cientos de leyes que rigen en nuestro país. ¿Cuáles cree que son los puntos clave que toca el proyecto?
En un principio, creo que esta ley es un atentado contra la democracia. Y también contra la república, porque pretende concentrar todo el poder en una sola figura, que sería la del presidente o la del Poder Ejecutivo, como plantea Milei.
El otorgamiento de atribuciones legislativas al presidente por el plazo de dos años, que pueden ser prorrogables por tiempo indefinido, implica que el Poder Ejecutivo se prorroga a sí mismo la facultad de dictar leyes. Básicamente, una dictadura. Además, se busca imponer la figura del Cónsul en vez de la de presidente, lo cual sería un retroceso a la época romana: Julio César era un cónsul, por ejemplo.
En otro orden, uno de los puntos clave de la Ley Ómnibus es que, básicamente, legaliza la violencia institucional por parte de las fuerzas de seguridad; y es bastante laxa en lo que respecta a la legítima defensa, aludiendo que, en determinadas circunstancias, no se investigará el delito y se dará por hecho que se actuó en legítima defensa.
El nombre del proyecto hace alusión a “la libertad de los argentinos” pero recién usted mencionaba que contiene, en su interior, varias similitudes con la instauración de una dictadura. ¿Podría explicarnos esto?
Yo soy abogada internacionalista, especializada en Derechos Humanos, y tengo un posgrado en delitos de Lesa Humanidad y Genocidios. Si hay algo que sé es cómo funcionan los gobiernos dictatoriales, y puedo decir que Milei es lo más parecido a Hitler que he visto en muchos años. Si uno lee esta ley, se da cuenta que es una puerta abierta a volver a 1976.
Además, esta ley está muy lejos de perpetrar la libertad. Lo único que garantiza es que la gente que ya tiene dinero, se siga llenando de dinero y que, la gente trabajadora tenga aún más problemas para llegar a fin de mes, que no los indemnicen si los echan del trabajo, que se les desestabilice la economía, la vivienda; que no puedan tener garantizado el acceso a la justicia ni a la igualdad.
“Hay mucha gente que todavía no se da cuenta de lo que votó, pero me parece importante que comprendan que les vendieron libertad cuando, en realidad, lo que les están dando es una tiranía absoluta.”
La abogada Daniela B. D’Atena respecto de la Ley Ómnibus presentada por Javier Milei al Congreso.
En cuanto al nombre, hace alusión a las “bases para la libertad” cuando, en realidad, es una ley que lo único que hace es restringir libertades individuales, como la de circulación, y nos vuelve al año 1955 cuando no podías pegar un panfleto por tu ideología política en, por ejemplo, la universidad que estudiabas, porque te apresaban o te mataban. Es una vergüenza la normativa. Además, el problema es que no es una ley clara. Toca y mezcla miles de fueros diferentes: lo penal con lo tributario, con lo civil, con derecho administrativo… Así es imposible que la gente entienda lo que propone la ley.
Es una ley que no tiene oportunidad de ser aprobada, al menos en lo que respecta a mi criterio. Solo espero que los/as senadores/as y diputados/as le pongan freno a esta locura porque, si no lo hacen, van a quedar en la historia argentina como traidores a la patria.
Bajo la misma lógica dictatorial, uno de los puntos que más alarmó a la gente es la prohibición de reuniones de más de tres personas en el espacio público…
El proyecto de ley establece que no se pueden reunir más de tres personas sin previo aviso al Ministerio de Seguridad. Esto es lo más cercano a lo que fueron, en su momento, las órdenes del día de la época militar.
Es un horror y realmente creo que la gente no lo dimensiona todavía porque está muy sobrepasada de información. Estaría bueno que todxs puedan leer la ley y el decreto y que sean más minuciosxs a la hora de informarse, que no se crean todo lo que circula en Twitter. Entiendo que hay mucha gente que todavía no se da cuenta de lo que votó, pero me parece importante que comprendan que les vendieron libertad cuando, en realidad, lo que les están dando es una tiranía absoluta. Si creían que tener que ponerse un barbijo para salir a la calle “era una dictadura”, no tienen ni idea de lo que se avecina. Es un montón.
Por último, la Ley Ómnibus toca temas como la prohibición de simbologías políticas y ciertas reformas que afectan al ámbito laboral, ¿cómo impactarían estos puntos en el caso de aprobarse la normativa?
El proyecto de ley prohíbe la utilización en espacios públicos de nombres y/o simbología que hagan alusión a un partido político. Esto incluye hospitales, escuelas, universidades. En estos últimos casos, implicaría que los Centros de Estudiantes, por ejemplo, no podrían pegar ninguna pancarta partidaria.
En cuanto a lo laboral, la Ley Ómnibus elimina, por ejemplo, el Registro Público de Empleadores con Sanciones Laborales (REPSAL), que era una buena fuente de datos para saber la situación de la empresa que te iba a contratar, en caso de que solicites un puesto de trabajo.
Otro de los puntos que me parecen relevantes es que la normativa busca la privatización de las empresas estatales. Algunas de ellas son YPF, el Correo Oficial, ARSAT, el Banco Nación, la agencia de noticias Télam, entre otras.