Merlo: una madre asesinó a su propia hija de 2 años y pretendió esconder el crimen
Diario La Ciudad
La madre de una beba de 2 años y el padrastro, fueron detenidos el pasado viernes acusados de matar a golpes a su propia hija y llevarla sin vida al hospital Zonal General de Agudos Héroes de Malvinas de Merlo. Al llegar al centro de salud dijeron que la nena se había caído accidentalmente de la cama mientras dormía.
Los médicos del hospital creyeron en la versión de la pareja, pero el resultado de la autopsia dio todo lo contrario: La niña tenía golpes y hematomas en varias partes del cuerpo.
“Los hematomas que tenía la nena de nombre Milena Natasha Sena eran en la zona del abdomen. También presentaba traumatismo de cráneo con sangrado; Úlcera de vejiga con daño hepático; traumatismo de abdomen con lesión hepática; fisura de la tibia-pierna derecha con data aproximada de 30 días” un claro homicidio, contó un vocero judicial a Diario La Ciudad.
La pareja quedó detenida en viernes a la mañana alojados en distintas comisarías de la zona.
El día del hecho:
Todo comenzó el martes 17 pasado a las 22.30, donde convivían Milagros Esther Torres (22 y su pareja y Darío Eduardo Chamorro (26) padrastro de Milena y otros dos hermanitos en la casa de la calle José Ingenieros al 1200 de Marino Acosta. Según los dichos de la madre, todos estaba listos para cenar, pero en un descuido Milena de dos años se cayó accidentalmente de la cama en donde estaba descansando y a la mañana siguiente cerca de las 15.30 presentó un cuadro de vómitos y convulsiones debido a la caída. En realidad, la niña venia siendo víctima de golpes y maltrato por parte de la madre y su pareja, golpes que le causaron la muerte.
De esta manera, la causa, que en un principio se abrió preventivamente como “Averiguación de causales de muerte”, fue recaratulada tras el informe de los expertos como “Homicidio agravado” y quedó a cargo de la fiscal Adriana Elizabeth Suárez Corripio, de la Unidad Funcional N° 8 del Departamento Judicial de Morón. Los detenidos se negaron a declarar. –
Los investigadores con ayuda del servicio social de Merlo trabajaron en la asistencia de otros dos menores hijos de la mujer.
Por Ramón González