En 2024, la cantidad de personas con al menos una carencia pasó del 67,1% al 67,5%. Además, la inseguridad alimentaria afectó al 35,5% de los hogares, cifra que no se veía en 20 años. La pobreza infantil, por su parte, alcanzó un récord del 65,5%, lo que representa la mayor tasa en dos décadas.
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En 2024, la pobreza en Argentina experimentó un aumento del 39,8% al 41,6%, según el informe de la Universidad Católica Argentina (UCA). A pesar de que el presidente Javier Milei asegura en varios reportajes una disminución en los índices de pobreza, instituciones como la UCA afirman que, al analizar otros factores como el acceso a derechos y servicios básicos, la situación sigue siendo alarmante y en crecimiento. Esta pobreza multidimensional afecta no solo el ingreso, sino también el acceso a servicios esenciales como salud, educación y vivienda.
El informe de la UCA señala que, aunque los niveles de pobreza e indigencia volvieron a los valores de 2023, después de un fuerte aumento en los primeros meses de 2024, la situación no refleja una verdadera mejora en el bienestar de la población. A pesar de una caída aparente de la pobreza, los hogares enfrentan dificultades para acceder a alimentos adecuados, medicamentos y servicios médicos, lo que perpetúa la pobreza más allá de los ingresos.
El informe también destaca el aumento en el porcentaje de la población con carencias estructurales. En 2024, la cantidad de personas con al menos una carencia pasó del 67,1% al 67,5%. Además, la inseguridad alimentaria afectó al 35,5% de los hogares, cifra que no se veía en 20 años. La pobreza infantil, por su parte, alcanzó un récord del 65,5%, lo que representa la mayor tasa en dos décadas.
Uno de los factores clave que influye en estos datos es la precariedad laboral. La UCA indica que la cantidad de trabajadores informales aumentó, afectando a un 29% de la población en el tercer trimestre de 2024. Aunque el empleo aumentó, la calidad de los puestos es precaria y no mejora significativamente la calidad de vida de los trabajadores.
El aumento de los costos de los servicios públicos también ha tenido un impacto negativo, especialmente en los hogares de menores ingresos, que enfrentan mayores gastos fijos. Esto ha incrementado las dificultades económicas para una gran parte de la población, afectando la capacidad de ahorro, que ha disminuido del 11,1% al 9,1% en 2024.
Aumento en todas la variables durante el 2024
Finalmente, el informe de la UCA resalta que la pobreza infantil es la más crítica, con un porcentaje significativo de niños, niñas y adolescentes que enfrentan inseguridad alimentaria. Aunque algunos indicadores como el trabajo infantil han mejorado levemente, la desigualdad sigue en aumento, especialmente en las regiones más afectadas por la crisis económica.