Se cumplen 11 años de la sanción de la Ley de Identidad de Género que convirtió a Argentina en un país pionero en materia de igualdad
Melina Alderete
“Argentina tiene una trayectoria de vanguardia en el reconocimiento y la ampliación de derechos en materia de diversidad. Hoy recordamos la sanción, hace 11 años, de la Ley 26.743, de Identidad de Género que transformó décadas de exclusión en igualdad para miles de personas”. Así conmemoró el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, el nuevo aniversario de la Ley de Identidad de Género que fue sancionada en nuestro país el 9 de mayo del 2012.
La normativa reconoce el derecho a la decisión de identidad, promulgando su libre desarrollo y permitiendo que cualquier persona pueda modificar su nombre, imagen y sexo registrado en el DNI. Además, la Ley contempla el acceso a tratamientos hormonales e intervenciones quirúrgicas, totales o parciales, y establece la obligación de las obras sociales de cubrir totalmente dichas operaciones destinadas a efectuar un cambio de sexo.
Cuando la Ley N°26.743 fue sancionada once años atrás, las propias Naciones Unidas calificaron a la iniciativa como una de las leyes “más progresistas del mundo”. Según las estadísticas del RENAPER, desde la sanción hasta el 2022, 12.655 personas plasmaron su verdadera identidad en sus DNI.
La importancia del derecho a la identidad
“La identidad es un fenómeno mucho más profundo que un nombre lindo o feo. Durante muchos años, llevé un nombre en mi DNI que no me representaba. Crecer como ciudadana sin acceso a derechos te hacía creer que no eras merecedora de nada”, reflexionó la actriz y conductora Florencia De La V, quien además es una militante activa desde hace varias décadas en la cuestión de derechos de la comunidad travesti-trans.
De La V fue la primera mujer trans en obtener su DNI sin necesidad de ser expuesta a pericias psiquiátricas ni exámenes médicos que, según ella misma, “son vejaciones que están muy lejos del respeto por la identidad de las personas”. Asimismo, rememorando aquellas épocas previas a la sanción de la Ley, agregó: “La falta de derechos me recordaba que seguía siendo una ciudadana de segunda”.
El 9 de mayo de 2012, la Cámara alta aprobó el proyecto luego de la exposición de 25 oradores. La iniciativa se logró con 55 votos positivos, ninguno en contra, y una sola abstención. Así, se le otorgó a las argentinas y los argentinos la posibilidad de elegir su identidad de género, independientemente de su sexo biológico.