Su lugar en el mundo: la relación entre Florencio Molina Campos y el partido de Moreno
Santiago Menu
Florencio Molina Campos es, sin lugar a dudas, uno de los artistas más relevantes en la historia de nuestro país. Sus retratos acerca del campo y de las diversas costumbres que impactan directamente en la vida de l@s argentin@s ha sido expuesta en los lugares más exclusivos alrededor del planeta.
Como si fuera poco, este hombre tuvo un fuerte arraigo con el partido de Moreno, lugar en el que eligió pasar buena parte de su vida acompañado de su esposa. A más de 60 años de su partida física, resulta interesante conocer en detalle la relación que tenía el dibujante con esta localidad tan representativa al interior de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires.
En la primavera de 1932, con Elvira Ponce Aguirre, decide trasladarse definitivamente a esta zona luego de haber quedado completamente enamorado de la naturaleza y belleza que presentaba por aquella época. A orilla del río de la Reconquista fue dónde construyó su rancho llamado “Los Estribos”.
Esta fue la primera vivienda que tuvo el famoso en el partido de Moreno y fue construido con madera, barro y paja. Una de las habitaciones estaba destinada de manera exclusiva para el desarrollo de su atelier y la pintura de obras que posteriormente pasaron a la historia grande de la nación.
La importancia de Molina Campos en el partido de Moreno se vio plasmada con su contribución en la instalación de escuelas en la zona. En 1954 y con la ayuda de dos albañiles, el propio Molina Campos se encargó de levantar dos aulas, un corredor cubierto, un patio de recreo y el mástil. Elvira, esposa del mediático, junto con las madres de las niñas y niños se encargó de confeccionar los delantales.
Fueron los integrantes de esta familia quienes comenzaron a dictar clases a sus primeros cuarenta alumnos. Tiempo más tarde la provincia de Buenos Aires la oficializó como Escuela Nº 20 y designó a dos maestras. Hoy en día, el establecimiento se encuentra en otra ubicación del mismo barrio y lleva el nombre de su fundador.
Cabe destacar que en la segunda casa de Florencio Molina Campos, en la calle que fue bautizada en su honor esquina con la avenida Victorica, actualmente se establece un museo que muestra exposiciones y diferentes trabajos realizados por el argentino. Con su fallecimiento en noviembre de 1959 dejó un vacío muy grande en la localidad, aunque much@s vecin@s aún lo recuerdan con una sonrisa.