Textil Castelar, la historia de una de las fábricas más importantes de la zona oeste
Santiago Menu
El Nuevo Francisco Urbano, el estadio en el cual actualmente hace las veces de local el Deportivo Morón, se establece como uno de los grandes íconos con los que cuenta el municipio. Sin embargo, antes de que la idea de instalar una cancha de fútbol aparezca por la mente de los directivos del gallo, en estos terrenos se establecía una de las fábricas más relevantes de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires: Textil Castelar. Esta compañía fue un ejemplo más del marcado perfil industrial que tuvo el partido en las décadas del 30 y el 40, a tal punto que de acuerdo a algunos datos oficiales, pasaron de ser 181 en 1937 a 1457 en 1954.
Todo comenzó para Textil Castelar en 1941. Los terrenos en los cuales se asentó la fábrica fueron subdivididos dos años antes y, una vez que empezó a funcionar, transformó para siempre la demografía de Morón. Tanto es así que, tras su apertura, se desarrollaron una serie de obras cruciales para el barrio: se instaló la VII Brigada Aérea, se entubó el arroyo Morón, se lotearon nuevos terrenos y se habilitaron nuevas líneas de transporte público para que cada vez más personas puedan tener acceso al lugar.
Con el paso del tiempo, esta empresa creció a tal punto de contar con tres turnos de producción continua y 1500 trabajadores empleados, convirtiéndose no solamente en un la textil más importante del municipio, sino también en una de las industrias con mayor impacto en la comunidad.
De acuerdo a l@s historiadores de la zona, su edad de oro se puede ubicar entre la década del 60 hasta principio de los ‘70. Sin embargo, todo cambiaría para Textil Castelar y para muchas otras empresas similares con la llegada de la dictadura militar y la consolidación de políticas económicas neoliberales.
Textil Castelar S.A cerró sus puertas de manera definitiva en el año 1994. L@s trabajadores que se quedaron en la calle lucharon en pos de que esta situación no se concrete, aunque los manejos fraudulentos por parte de empresarios y gerenciadores lo condujeron a este trágico destino.
Más allá de que actualmente l@s simpatizantes del gallo disfrutan cada fin de semana ver en vivo y en directo las acciones de este conjunto, este terreno sentó las bases de lo que fue un enorme polo industrial en la zona. Las cosas cambian con el paso del tiempo, aunque las épocas de gloria de la antigua Textil Castelar se mantienen a flor de piel en la memoria de muchas personas.