Un accidente que pudo haberse evitado sacudió esta mañana a la comunidad del Inmaculada Concepción
“Es una vergüenza. No podés tener a una chica accidentada tirada por más de media hora en el asfalto esperando la ambulancia”, detalló uno de los testigos del accidente ocurrido esta mañana en la puerta del Instituto Inmaculada Concepción (Pedro Goyena, 1990) de Castelar.
Durante el horario de entrada al turno mañana, una madre atropelló accidentalmente a su propia hija, en un contexto de gran caudal de transeúntes y vehículos, tanto particulares como colectivos. Al momento del incidente, familias y autoridades de la escuela llamaron a emergencias, pero la ayuda tardó más de treinta minutos en llegar al lugar del hecho, lo que causó la indignación de padres, madres y docentes.
Actualmente, la alumna accidentada se encuentra en observación y está acompañada por su familia y autoridades del Instituto Inmaculada Concepción.
“Nunca le interesó a la Municipalidad poner a alguien de tránsito. Todas las mañanas son un caos, con autos en doble fila, colectivos que van y vienen, motos que pasan rápido mientras los chicos entran a clases…Es un desastre”, comentó a La Ciudad uno de los padres presentes durante el incidente.
“Es verdaderamente un milagro que no haya habido ningún muerto hasta ahora.”
Padre de la comunidad educativa del Instituto Inmaculada Concepción y testigo del hecho sucedido esta mañana.
El Instituto Inmaculada Concepción se encuentra muy próximo a otro colegio, el Sagrado Corazón (Sarmiento, 2040), que también posee un amplio número de estudiantes, lo que ocasiona una congestión de tránsito durante todos los horarios de entradas y salidas de niñxs.
Ambos colegios habían elevado peticiones a la Municipalidad de Morón durante años para que la entidad colocara personal de tránsito en la zona donde se encuentran las instituciones, con el fin de prevenir estos accidentes que, según relató el testigo a La Ciudad, vienen ocurriendo desde hace tiempo.
“Desde antes de la pandemia que las familias estamos reclamando que venga alguien de tránsito a coordinar las entradas y las salidas de los chicos, pero nada es efectivo. Vienen dos o tres días y después se van y volvemos a lo mismo. Es verdaderamente un milagro que no haya habido ningún muerto hasta ahora, de ninguno de los dos colegios”, concluyó.
Además de la preocupación de las familias por las cuestiones de seguridad vial, otro de los inconvenientes que poseen ambas escuelas es la falta de seguridad, que azota a alumnos y alumnas. “Es una zona liberada. No la custodia nadie y hay asaltos a toda hora. A los chicos les querían robar y les pegaban todos los días”, comentó uno de los padres del Instituto Inmaculada Concepción.
Al momento del accidente durante el horario de entrada al Inmaculada Concepción, el testigo destacó la atención del personal de la escuela para con la damnificada. “El colegio hizo lo máximo que pudo. Los profesores la atendieron a la chica, la cuidaron y acobijaron mientras estaba tirada en el asfalto. Pero no es tarea de ellos”, aclaró.
Actualmente, las familias del Instituto Inmaculada Concepción se encuentran pidiendo soluciones efectivas a los organismos correspondientes para evitar que incidentes como los de esta mañana vuelvan a ocurrir, tanto con lxs alumnxs de la institución como con lxs del colegio vecino.
