Una Gendarme testigo vincula a Gendarmería con la muerte de Santiago Maldonado
Enzo Resino
Se trata del testimonio de una profesional de la salud que trabajó para Gendarmería Nacional en Esquel, durante aquellas convulsionadas jornadas de 2017. Esta testigo prestó su declaración en las oficinas de Federico Baquioni Zingaretti, fiscal federal de esa ciudad. Frente a este nuevo testimonio, el juez le solicitó a Gustavo Lleral, que reserve dichas declaraciones; por lo menos hasta que la Corte Suprema de Justicia resuelva el recurso presentado por la familia de Santiago Maldonado.
La Gendarme manifestó que en su consultorio, algunos gendarmes comentaron como se había desarrollado el operativo de desalojo en el Pu Lof Cushamen aquel 1 de agosto de 2017. Según su relato, los miembros de Gendarmería Nacional dijeron que había un detenido y “se referían a él como el hippie”. A este lo capturaron “en la zona del campo de (Luciano) Benetton”, se puede leer en el dictamen que el fiscal le presentó al juez.
Por lo que trascendió del relato de la nueva testigo, esta afirmó que días después del operativo llegó Pablo Escola, jefe del escuadrón 36 de Esquel, con un pedido. Este le solicitaba esconder una caja que contenía un arma, celulares y un trapo sucio. La mujer -cuya identidad se encuentra preservada – informó que pertenece al Escuadrón de Sanidad 36 de Esquel y que actualmente se encuentra en disponibilidad.
La historia de aquel pedido especial de Pablo Escola a la testigo
Adriana Meyer, una de las periodistas que se encargó de darle seguimiento al caso y posterior lucha de la familia de Santiago Maldonado, accedió en primer lugar a las nuevas declaraciones y en una nota para Página 12 publicó algunos pasajes del testimonio recientemente brindado. “Llegó con teléfonos en la mano, le dijo que lo atendiera rápido. Él recibía llamados donde lo felicitaban por el accionar que había llevado a cabo“, manifestó la testigo sobre Pablo Escola, quien fue a atenderse en su consultorio.
“En ese momento golpeó la puerta el Comandante Pablo Badié, quien le transmitió a Escola que salga de fisioterapia porque tenía un llamado especial del Director Nacional de Gendarmería. Escola a modo de broma le dijo que le interesaban más los llamados del Ministerio de Seguridad. A Badié no le gustó mucho y le dijo que se vistiera que la llamada estaba en espera”, agregó. Días mas tarde llegó el mencionado “favor” que le pidió Escola a esta mujer. La situación generó confusión en la integrante del Escuadrón de Sanidad 36 y más aun con la orden de que se callara la boca y que “no preguntara más nada”.
Una semana después comenzó el allanamiento en el escuadrón. Durante aquellos días los miembros de la fuerza que asistían a su consultorio no lo hacían por temas médicos, sino para hablar. Estos buscaban contar “situaciones muy puntuales”, como un sargento -recuerda la testigo- que se veía preocupado porque vio cosas “que nunca antes había visto, que tenía miedo“.
En otra parte de su testimonio, la testigo hizo referencia a un gendarme que era marido de una de las enfermeras. Este le comentó en una oportunidad que “había recibido un radio encriptado que decía qué hacer con el cuerpo“, pero eso no es todo. La declarante sostuvo que la mencionada enfermera le comentó que escuchó a Badié -en el marco de una reunión de jefes- decir que “este tipo (haciendo referencia Escola) lo mató“.