Adolfo Alberti, el pionero del periodismo en Ituzaingó
La historia de Ituzaingó cuenta con personajes emblemáticos que marcaron sus primeros pasos hacia el desarrollo cultural y social. Entre ellos destaca Adolfo Alberti, considerado uno de los pioneros del periodismo local, cuyo legado sigue presente a través de su visión de mantener informada a la comunidad.
En 1896, Antonio Alberti, inmigrante vasco-español, decidió radicarse en Ituzaingó junto a su familia. Se establecieron en la esquina de Pacheco y Arengreen, ocupando una manzana entera. Frente a su hogar, poseían dos hectáreas dedicadas al cuidado de animales, lo que les permitió vivir de rentas y asentarse en la zona. En este contexto rural y en crecimiento, Adolfo Alberti nació el 29 de octubre de 1881.
Más adelante, Adolfo se casó con Josefina Colson, una ciudadana inglesa. Además de sus labores cotidianas, Alberti mostró desde joven un profundo compromiso humanitario. Con una volanta tirada por caballos, solía llevar a l@s enferm@s de la zona hasta Morón, en ausencia de infraestructura sanitaria local.
El compromiso de Adolfo con su comunidad se extendió más allá del ámbito personal. En 1914, decidió dar un paso fundamental en la historia del periodismo local al fundar el periódico quincenal “Ituzaingó”, con el objetivo de mantener a l@s vecin@s informad@s sobre lo que ocurría en la localidad de Santa Rosa. En una época sin los recursos de comunicación modernos, esta iniciativa fue un puente esencial entre los ciudadanos.
Según el testimonio de su hijo Horacio Alberti, Adolfo imprimía el periódico en su propia casa y con una máquina a pedal. La distribución, por su parte, se realizaba a caballo, ya que no había otro medio disponible. Tras el cierre del periódico de Adolfo, surgió La Tribuna, como parte del crecimiento de la prensa en Ituzaingó.
En 1915, Adolfo fue designado delegado municipal de la Municipalidad de Morón en Ituzaingó. Su compromiso con el desarrollo local lo llevó a aceptar el cargo, a pesar de que el salario era de 35 pesos mensuales. Posteriormente, también trabajó en el Banco Hipotecario Nacional, desempeñando funciones administrativas hasta su fallecimiento en 1932.
La figura de Adolfo Alberti no solo representa los orígenes del periodismo en Ituzaingó, sino también un ejemplo de dedicación comunitaria y compromiso social. Su periódico y su labor como delegado municipal dejaron una huella imborrable en la historia local, inspirando a generaciones a seguir su camino de servicio.
