Arco Iris, la banda surgida de Ciudad Jardín que fue un emblema del rock nacional
Santiago Menu
El rock nacional ha tenido a lo largo de su historia la presencia de destacados artistas que revolucionaron la escena a partir de la consolidación de estilos muy particulares. El oeste fue la cuna de much@s músicos de renombre, aunque nada hubiera sido posible sin la aparición de Arco Iris. Esta banda creada desde sus orígenes por Gustavo Sataolalla dio sus primeros pasos en Ciudad Jardín y supo conquistar no solo el país sino muchas otras partes del continente. En un contexto en el cual el surgimiento de grupos es cada vez más esporádico a raíz de la proliferación de otra clase de géneros, es importante recuperar la historia de una leyenda viviente en la cultura popular.
Todo comenzó en 1968, cuando Gustavo Santaolalla, Ara Tokatlian, Guillermo Bordarampé y Alberto Cascino comenzaron a probar suerte en este universo justo un año después de que Los Gatos hayan grabado su tema insignia titulado “La Balsa”. Muchos de los integrantes del grupo, además de residir en este barrio perteneciente al partido de Tres de Febrero, participaban de Acción Católica, una organización parroquial que reunía a adolescentes de la zona.
Tras algunos intentos de producción bajo el nombre de “The Blackbirds”, la primera presentación de Arco Iris se dio en el mítico Cine Helios ubicado en Ciudad Jardín y se desarrolló con el seudónimo “The Crows”. Con un atuendo completamente negro y temas en inglés, el público presente quedó completamente maravillado a partir del talento de estos jóvenes artistas.
Sus primeras canciones las grabaron con la discográfica TNT, aunque tiempo más tarde pasaron a las filas de RCA. En medio de una ola popular que animaba al surgimiento de las letras en castellano, esta firma le solicitó a Santaolalla y compañía que se inserten en este universo y generó un antes y un después. “Canción para una mujer” y “Lo veo en tus ojos” fueron clásicos que, apenas aparecieron en escena, repercutieron de lleno en la escena pública.
Una de las grandes características que tenía Arco Iris era su fuerte compromiso con el movimiento hippie de la época. Danais Winnycka, una modelo de origen ucraniana que residía en Buenos Aires, fue la encargada de introducir a buena parte de los integrantes de esta banda en este universo, a tal punto de que decidieron vivir en comunidad en un departamento ubicado en la zona de Palermo. Su historia y, fundamentalmente su talento, perdura en la memoria popular.