Buena noticia para el bolsillo: el gobierno liberó aumentos para celulares, cable e internet
La Ciudad Diario
El ENACOM (Ente Nacional de Telecomunicaciones) eliminó las regulaciones que establecían un tope a las tarifas de internet, celulares y cable. El límite de los aumentos era de entre el 5% y 10% mensual y ahora deja de regir, con lo cual las empresas tienen luz verde para fijar los precios que consideren más convenientes. En todos los casos, los aumentos serán mayores que la inflación.
La decisión se da en momentos en que, según de la última edición del CABASE Internet Index que presentó la Cámara Argentina de Internet (CABASE) —un estudio que analiza el estado de la conectividad y la infraestructura de internet en el país—, las familias argentinas están teniendo que tomar medidas para reducir el impacto de los costos de la conectividad en sus presupuesto. Del estudio surge que el 67,5% de los hogares argentinos tomaron alguna medida para reducir el costo de su servicio de internet fijo frente a la complejidad del contexto económico de los últimos meses. Asimismo, el 65,3% de los hogares tomaron medidas para reducir el costo de su servicio de TV paga.
Los resultados de la encuesta realizada por CABASE indican que, frente a la crisis económica del último período, muchos usuarios buscaron mecanismos para evitar dar de baja los servicios de conectividad y contenidos en el hogar, optando por medidas para reducir su costo, ya sea a través de un acuerdo con su proveedor o por un cambio hacia un proveedor con menor precio.
El relevamiento también indica que el costo promedio del servicio de internet fijo a nivel nacional es de $20.035. Considerando los ingresos promedios por hogar, el costo del servicio alcanza alrededor del 4% de estos ingresos, dato que no solo muestra una brecha importante respecto del objetivo propuesto por la iniciativa de la ONU, sino que significa un retroceso respecto de la medición anterior del CABASE Internet Index, realizada en septiembre del año pasado, en la que el costo promedio de los servicios básicos de conectividad equivalían al 3% de los ingresos del hogares.