Caso Fernando: Hablaron los rugbiers y pidieron “disculpas” a la familia Báez Sosa y todos los implicados
Los alegatos del juicio en Dolores por el asesinato de Fernando Báez Sosa finalizaron este jueves por la tarde y los ocho acusados tuvieron la oportunidad de pronunciar sus últimas palabras antes de darse a conocer la sentencia que, según la presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal 1, María Claudia Castro, será pronunciada el día seis de febrero.
Luego de una jornada en donde el abogado Hugo Tomei, defensor de los acusados, pidió la absolución de los imputados tras afirmar que “el delito no está probado”, todos los rugbiers hicieron uso de la palabra y se mostraron “conmovidos y arrepentidos”.
“Nunca quise participar de una pelea en la que fallezca una persona. Pido mil disculpas por todo lo malo”, declaró Luciano Pertossi (21) ante los ojos de la presidenta Castro y los presentes. En el mismo sentido, Lucas Pertossi (23) afirmó: “Nunca tuve intención de matar a nadie ni participar de un asesinato”.
Por su parte, Ciro Pertossi (22) se mostró arrepentido por lo sucedido e insistió en que “es muy feo que nos acusen”. También expresó su sentir Máximo Thomsen (23), quien irrumpió en llanto en la sala de audiencias al sostener: “Jamás pensé que algo así podría llegar a pasar. Me lastima muchísimo que se murió un chico de nuestra edad. Ojalá pudiera volver el tiempo atrás y revertir todo esto”.
En cuanto a Blas Cinalli (21), el acusado hizo hincapié en que “no hubo ningún plan ni nada de lo que se dice”, desestimando una complicidad entre los imputados para efectuar el crimen de Fernando Báez Sosa.
“Es tarde para disculpas. Ninguno me miró a la cara”
Tras las últimas palabras de los ocho rugbiers acusados, los padres de Fernando, Graciela y Silvino, declararon a la prensa que las disculpas “fueron muy actuadas” y carecían de sinceridad.
“Es tarde para pedir disculpas, no voy a recuperar a mi hijo. Me es indiferente. Ninguno me miró a la cara y que se pusieran a llorar no me conmovió, mataron a mi hijo”, agregó Graciela aludiendo al llanto de Máximo Thomsen en la sala de audiencias.
Al respecto, Silvino Báez Sosa comentó que, las palabras de los imputados le parecieron un intento de “querer modificar su situación” e insistió en que su familia y equipo legal están “fuertes y con las pruebas sobre la mesa” para esperar el veredicto el próximo seis de febrero.
