El día en que un ñandú sorprendió a todo Ituzaingó
Es indudable que la llegada de la pandemia cambió por completo la vida de todas las personas alrededor del mundo. Más allá de que, afortunadamente, ya pasó un tiempo largo de los momentos más oscuros en torno al virus del COVID-19, las anécdotas y experiencias aún se mantienen en la esfera pública y en la memoria colectiva. En este marco, much@s vecin@s del partido de Ituzaingó aún recuerdan el día en el que un ñandú se presentó en la localidad para sorpresa de propios y extraños. Desde Diario La Ciudad, en esta oportunidad, volveremos a recuperar algunos detalles de esta historia digna de ser narrada en una película de ficción.
Este hecho ocurrió en abril de 2020, momento en el cual buena parte del conurbano bonaerense se encontraba en cuarentena. Algun@s vecin@s de Parque Leloir, en Ituzaingó, se sorprendieron por aquel entonces al observar que en las calles de su barrio apareció un ñandú. De acuerdo a los testimonios de las personas que presenciaron este hecho, el animal se encontraba asustado y con intenciones de atacar a quien se le acercara.
A través de Facebook, una vecina fue la encargada de compartir las imágenes y, al poco tiempo, se viralizaron en todas las plataformas digitales. "El amiguito está perdido en la zona de Parque Leloir, si alguien lo reconoce o lo está buscando comuníquese por este medio. Parece que está asustado", escribió en su posteo. Asimismo, advirtió que nadie se le acerque, ya que podría lastimar a cualquier persona.
Más allá de que nunca se supo oficialmente cuál era su paradero, algun@s vecin@s del municipio de Ituzaingó explicaron por aquel entonces que el ñandú pertenecía a un hombre que vivía en la zona y lo tenía de manera ilegal. Tras este descubrimiento, rápidamente l@s especialistas en zoonosis acudieron al lugar y afortunadamente nadie salió lastimado de este suceso.
El paso del tiempo y la superación de los momentos más difíciles de la pandemia han permitido que las comunidades reflexionen sobre las experiencias vividas durante ese período único en la historia reciente. En Ituzaingó, uno de esos recuerdos imborrables es la curiosa aparición de un ñandú en las calles de Parque Leloir. Este episodio, que parece sacado de una película de ficción, sirvió como un recordatorio de cómo la naturaleza, en medio del confinamiento humano, encontró formas inesperadas de manifestarse.
