El día que Belgrano descansó en Ituzaingó

La historia de Ituzaingó está íntimamente ligada a los caminos coloniales que en el siglo XIX atravesaban estas tierras todavía poco pobladas. Uno de ellos era el Camino Real, que seguía la traza de la actual avenida Rivadavia y era parte de la vieja Ruta Nacional 7. Otro, en el trayecto de lo que hoy conocemos como avenida Gaona (hoy Autopista del Oeste), cruzaba el río de las Conchas (actual Reconquista) por el primitivo Puente de Márquez. Como enlace entre ambos, una rastrillada que luego se consolidó como Camino al Puente Márquez recorría la traza de la actual avenida Ratti.
Durante mucho tiempo, pocos documentos originales permitieron reconstruir con precisión cómo se utilizaban esas rutas. Sin embargo, un hallazgo histórico permitió alumbrar un capítulo poco conocido: el paso del coronel Manuel Belgrano por estas tierras. En el denominado Diario de marcha hacia Rosario, el futuro creador de la bandera dejó testimonio escrito de su recorrido por Morón, la cañada y finalmente el Puente de Márquez, en lo que hoy es el corazón del oeste bonaerense.
El Diario de marcha fue descubierto recién en 1970 gracias al reconocido animador y bibliófilo Antonio Carrizo, quien lo adquirió en una subasta y lo cedió generosamente a la Academia Nacional de la Historia. Allí fue analizado y publicado en 1971 con anotaciones del académico Ernesto J. Fitte. El documento, ocho carillas en letra menuda atribuida a Belgrano, da cuenta con minuciosidad de cómo se organizaba la expedición de unos 500 hombres del Regimiento de Patricios, a cargo del entonces coronel, que debían marchar a pie desde Buenos Aires hasta Rosario.

Belgrano, aquejado por dolencias físicas, viajó en un coche alquilado, mientras las carretas transportaban víveres y pertrechos. La marcha comenzó el 24 de enero de 1812, partiendo desde el cuartel de los Patricios en la actual Manzana de las Luces. Tres días después, la tropa descansaba en la zona que hoy identificamos como Ituzaingó.
En su relato, Belgrano describe la llegada al pago de Morón, donde destaca la construcción incipiente del pueblo, la presencia de quintas y huertas, y la hospitalidad de vecin@s y autoridades locales. Esa noche, acamparon en la Cañada de Morón, cerca del actual arroyo homónimo.
El domingo 26 de enero la expedición retomó la marcha hacia el Puente de Márquez, punto clave del trayecto y ya entonces estratégico desde el punto de vista militar. Belgrano detalla la dificultad de vadear el río de las Conchas en tiempos de crecida y valora la existencia del puente, que facilitaba el cruce de tropas y carretas. Aquella noche, acampando en las inmediaciones, la tropa entonó lo que él llama “himno patriótico”, mucho antes de que se lo reconociera oficialmente como Himno Nacional.
Ese mismo regimiento llegaría semanas más tarde a Rosario, donde el 27 de febrero de 1812 Belgrano enarbolaría por primera vez la bandera celeste y blanca. Pero antes, el prócer había dejado sus huellas en los caminos del oeste bonaerense.
El relato manuscrito, que durante más de un siglo permaneció oculto, permite afirmar que Manuel Belgrano descansó en lo que hoy es Ituzaingó, transformando a la historia local en parte inseparable de la epopeya nacional.
