El rock, la hipocresía y sus transformaciones: Una charla con Cristian Secul Giusti
“La cultura rock nace defendiendo la autenticidad ante una sociedad hipócrita”, sostiene Cristian Secul Giusti, doctor en comunicación, docente e investigador, autor del libro “Rompiendo el silencio: La libertad en las letras del rock-pop argentino (1982-1989)”.
En su paso por Socios a la fuerza, el programa conducido por Carlos Romero que se emite todos los lunes de 19 a 21 por Radio Kamikaze, Secul Giusti reflexionó acerca de las vinculaciones entre el rock de ayer y hoy, el género con el tango y el trap, y la importancia de pensar qué rol ocupa en la actualidad ese estilo musical que quiso romperlo todo.
¿Qué lectura hacés vos del nexo entre la hipocresía y el rock en este momento de la Argentina?
La lectura que estoy pensando se puede realizar incluso desde el nacimiento del rock o de la cultura rock, propiamente dicha. Era una música, desde los cincuenta, que tenía esa idea de irrumpir en la escena con un espíritu o noción de autenticidad, que es una forma de romper con esa sociedad hipócrita del momento, llena de máscaras y simulacros.
Estaba mucho esa idea de mostrarse tal cual uno/a es, de exponerse frente a las estructuras, incluso en la década de los sesenta, cuando se hace presente ese rock más hippie, que tiene vinculaciones con la ruptura de los mandatos.
En ese sentido, creo que la cultura rock nace defendiendo la autenticidad ante una sociedad hipócrita.
Es interesante lo que decís porque, si bien el rock señala a la sociedad como hipócrita, al mismo tiempo se paga un precio muy alto si vos, como figura del rock, no sos auténtico o no vas “en contra” de ese sistema que señalas.
Ahí está el doble juego que tiene muchas veces la cultura del rock, que es eso de andar apuntando con el dedo cuando crece una banda o un artista. Aparece esa idea del “te vendiste” o que “transaste” con ese sistema que decías. Irrumpe ese contrapoder dentro de la propia cultura rock, esos grupos en oposición. Es algo que juega constantemente con esta cuestión casi hegeliana en la que aparece una tesis, una antítesis, se encuentra una síntesis y luego, se vuelve otra vez a la pelea.
Pero, volviendo a lo de la hipocresía, hoy por hoy se está pensando en dónde está ubicado el rock a la hora de señalar esos elementos hipócritas. Algo que me pregunto es si, en la actualidad, el rock es el género musical que puede efectivamente poner en evidencia las hipocresías, en una situación en la que es un género que se encuentra totalmente integrado en la industria cultural oficial.
En ese sentido, es muy posible que hoy haya otros géneros, otros sonidos que posiblemente, desde la contracultura, puedan denunciar mejor una situación hipócrita.
Claro, antes vos te comprabas un cd de 2 Minutos y ahí encontrabas rabia contra la policía, los chetos, la sociedad de consumo, tus viejos, incluso también contra el virtuosismo, ¿no? Esa idea de que “nosotros tocamos mal y es a propósito”. Hoy por hoy, no sé si la música cumple ese rol. ¿Vos cómo lo ves?
Yo estoy medio en crisis también con cierta reflexión y ciertos análisis, porque voy viendo que quizás la definición del rock como yo la pensaba, que era un lugar de señalar incomodidades o donde un grupo se sentía representado con cierta identidad, hoy ya es otra cosa. Siento que el rock se encuentra más vinculado a un género musical que a algo actitudinal, ¿no?
Igualmente, yo sigo teniendo esperanza. Sé que, por ejemplo, en este momento hay una banda que está ensayando, que está intentando ir a contracorriente de una situación hegemónica musical.
“El trap, a diferencia de lo que ocurría entre el rock y el tango, es un género que quiere abrazar al rock, que lo recibe en su esencia.”
Cristian Secul Giusti acerca de los nexos entre géneros a lo largo de la tradición musical argentina.
También están muy presentes, hoy por hoy, los vínculos y entrecruzamientos de géneros, ¿no? Tenés a una Nathy Peluso citando a la Negra Sosa, o a Duki mencionando a Charly. Son cosas que tienen que ver mucho con la tradición argentina en términos de creatividad
Totalmente. Yo, que también soy docente, intento aprender de los chicos y chica que me vienen a mostrar estos links entre Charly y Duki, Wos con Los Redondos, ¿no? Acá también hay un camino que se puede seguir laburando, y cuando se dan estos enlaces entre el rock y otros géneros, es algo que es muy rico y de donde pueden surgir muchísimas cosas nuevas y buenas.
Además, tienen un poco de esa cuestión más nostálgica, que se relacionan con la centralidad que tuvo el rock en su momento, en términos de la potencia que tuvo.
Es una cuestión de tender puentes…
Exacto. Y eso es algo que siempre estuvo presente en la tradición musical argentina. Por ejemplo, en los sesenta, el rock hacía eso con el tango. Y el tango lo miraba de reojo porque el rock medio que le vino a sacar esa centralidad.
Y, sin embargo, Manal, que era una banda que, si hoy la escuchamos decimos que es más tanguera, no renegaba de la tradición y decía que, el rock y el tango leían el mismo paisaje. Hay una unidad ahí presente.
No digo que el rock haya sido el nuevo tango, o que el trap hoy sea el nuevo rock. A lo que me refiero es que el trap, a diferencia de lo que ocurría entre el rock y el tango, es un género que quiere abrazar al rock, que lo recibe en su esencia. Los artistas que hacen música trap, además de tener excelente éxito, recuperan de una forma muy amable al rock. Y eso es de destacar.
