Fue víctima de un robo, realizó la denuncia pero la policía por error lo metió preso
Se puede llegar a el límite de lo absurdo sin que a nadie se le mueva un pelo. Cuando de injusticias se trata, este caso sin dudas bate todos los récords. Como si fuera posible ser ladrón y víctima al mismo tiempo, Maximiliano Acosta no entiende como llegó a estar preso cuando fue a el al que robaron.
“Ellos siguen libres y mi hermano, preso. Él es una víctima y es inocente”, relata Marianela a La Ciudad, la hermana de Maximiliano, un joven de 22 años que fue víctima de un robo en Camino de Cintura el 11 de marzo y, tras realizar la denuncia, la policía lo detuvo y jamás salió.
En un robo a punta de pistola, seis hombres se le acercan en motocicletas grandes y se proponen robarle a Maximiliano, quien se dirigía en moto desde Tristán Suárez hasta su trabajo, alrededor de las seis de la mañana. “Lo apuntaron, le pegaron y lo bajaron de la moto”, comenta la hermana.
Tras bajar a la víctima del vehículo, los delincuentes proceden a patear en el suelo a Maximiliano, a quien ya le habían sustraído incluso la mochila, el celular, una gorra, el casco y la billetera con sus documentos. El acto violento fue interrumpido por una pareja, que escuchó los gritos de dolor y se asomó a la calle pidiéndole a los delincuentes que se detengan.
“Cuando sale la pareja con un palo, los ladrones se van y dejan a mi hermano solo. La pareja atiende a mi hermano y él les dice que está bien, que se tiene que ir a trabajar. Así que se va a tomar un colectivo, agarrándose la cabeza y con miedo”, agrega Marianela.
Sin embargo, mientras Maximiliano se tomaba un colectivo de la línea 306 para ir a su casa a agarrar los documentos necesarios para efectuar la denuncia del robo, el grupo de delincuentes seguían cometiendo delitos con los documentos de su primera víctima.
Entre Burzaco y Almirante Brown, cuatro de los seis delincuentes roban otra moto, esta vez, a una pareja. Al momento del robo, se deshacen de la billetera de Maximiliano. “Cuando la pareja va a hacer la denuncia por su vehículo, dicen que a uno de los chorros se les cayó la billetera, diciendo que mi hermano era el que les robó, identificando su documento que le habían robado”, comenta Marianela a La Ciudad.
En el momento en que Maximiliano va a la comisaría de Lavallol a hacer su denuncia, él declara la moto, pero no sus demás pertenencias. Luego de once días del hecho y de haber realizado las denuncias pertinentes, la policía se dirige a la casa donde viven los hermanos a efectuar un allanamiento.
“Buscaban armas de fuego y una moto tomada. Claramente, no encontraron nada de eso. Los oficiales se presentaron con mi hermano, él les comentó la situación que había sufrido del robo y los policías le dijeron que él tenía que acompañarlos a la comisaría a firmar unos papeles. Después de eso, Maxi jamás volvió a casa”, declara Marianela.
Desde el día de su detención, el 22 de marzo de este año, el joven de 22 años se encuentra detenido y es permanentemente trasladado de un sitio a otro. Primero lo trasladaron a Burzaco, luego a Longchamps y, finalmente, a Almirante Brown. Su familia pide justicia y la inmediata liberación de Maximiliano, quien fue víctima y es tratado como victimario.
En la causa de Maximiliano Acosta, participan y están a cargo el Juzgado de Garantía N°6, con la fiscal Silvia Estévez al mando y Leonardo Kaszewski como responsable. También intervienen la jueza Laura Ninni y la responsable Laura Lis Spital.
“Tenemos todas las pruebas: Cámaras, denuncias, testigos, declaraciones, todo. Nosotros ya no sabemos qué más hacer. Queremos que se visibilice lo mal que opera la justicia en este país. Porque mi hermano es inocente, no tiene antecedentes, nada. Los que robaron a mi hermano vienen haciendo esto hace tiempo y en varias localidades. Ellos siguen afuera”, finalizó Marianela.
