Ituzaingó: el día en que su fundador falsificó su nacionalidad

Ituzaingó: el día en que su fundador falsificó su nacionalidad
facebook icon twitter icon telegram icon whatsapp icon

La historia de Ituzaingó, una ciudad rica en cultura y tradición, tiene un inicio tan fascinante como misterioso. Uno de los capítulos más intrigantes de su fundación está marcado por la figura de su fundador, don Manuel Rodríguez Fragio. Más allá de todo lo conocido y narrado respecto de este hombre tan importante en los primeros años de expansión demográfica, lo que no muchas personas sabían es que se vio en la necesidad de falsificar su nacionalidad para poder asentarse en suelo argentino. En esta oportunidad, desde Diario La Ciudad, contaremos algunos detalles de este mito popular que da vueltas en todos los barrios, a pesar del paso del tiempo.


De acuerdo al reconocido vecino Alberto Guercio, este hombre nacido en Galicia se vio en la necesidad de presentar un pasaporte portugués ya que en la época de Rosas no eran tan bien recibidas aquellas personas que provenían de España. Frente a este panorama, muchas personas optaron por el mismo camino.


Es importante mencionar que Don Manuel era hijo de Manuel Rodríguez y doña Josefa Fragio. Algun@s especialistas señalan que la fecha en la que arribó a estas tierras es en 1835. En 1850 se radica en el pueblo de Merlo y allí adquiere varias propiedades, algunas en Merlo, pero fundamentalmente grandes extensiones en los actuales San Antonio de Padua e Ituzaingó.

En 1853, adquiere a Viviano Ponce hijo y sucesor de Francisco Ponce de León, las 60 hectáreas limitadas por las actuales calles, Alvear al norte, Santa Rosa y Blas Parera al este, Av. Ratti y Santiago Firpo al oeste. Esta venta, concretada recién en el año 1861, conformó un triángulo que posteriormente por mano del agrimensor Pedro Benoit dio lugar al plano fundacional de Ituzaingó.


La historia del fundador de Ituzaingó que se hizo pasar por portugués es un testimonio del ingenio y la resiliencia humana. Al asumir una identidad ajena, este hombre no solo logró sortear las adversidades de su tiempo, sino que también sentó las bases de una comunidad que prosperaría en los años venideros. Hoy, al recorrer las calles de Ituzaingó y observar su vibrante vida cotidiana, podemos reflexionar sobre cómo los actos de una sola persona pueden resonar a través de la historia y moldear el destino de una ciudad. Rodríguez Fragio dejó un enorme legado que se trasmite de generación en generación en nuestra ciudad.

whatsapp logo