Ituzaingó: la historia del hogar Martín Rodríguez
Ubicado en un amplio parque arbolado de 44,5 hectáreas que alguna vez perteneció al ingeniero Emilio Agrelo, el hogar Martín Rodríguez tiene una historia rica y llena de transformaciones. Este emblemático nosocomio fue inaugurado en abril de 1927 bajo el nombre de Colonia de Ancianos de Ituzaingó. Su creación, llevada a cabo por la empresa Falcone a un costo de tres millones de pesos, marcó un antes y un después en la atención de la ancianidad en el país.
En sus primeros años, la Colonia de Ancianos era vista como un refugio para quienes, debido a enfermedades crónicas o vejez avanzada, quedaban apartados de la sociedad. Pero con el tiempo, y gracias a importantes avances conceptuales y estructurales, este lugar se convirtió en un hospital gerontológico único en su tipo en Sudamérica. En homenaje al prócer y fundador de la Universidad de Buenos Aires, Martín Rodríguez, la institución adoptó su nombre actual con motivo del centenario de la universidad.
A lo largo de las décadas, el hospital ha sido escenario de profundas innovaciones bajo la dirección de figuras destacadas como el Dr. Idélico L. Gelpi. En 1947, Gelpi asumió la dirección del hospital, transformándolo en un modelo de atención integral para la tercera edad. Durante su gestión, se incorporaron servicios fundamentales como hemoterapia, traumatología y clínica neurológica, además de modernizarse los equipos de radiología y la infraestructura del establecimiento.
El hospital no solo se enfocó en la atención médica, sino también en el bienestar general de sus pacientes. Pabellones especializados, como los destinados a prótesis dentales y rehabilitación física, se complementaron con servicios de visitadores sociales y actividades recreativas organizadas por la Asociación Cooperadora, fundada en 1958. Esta asociación, liderada en sus inicios por la Dra. Asunción Alonso de Nacarate, desempeñó un papel clave en mejorar la calidad de vida de los internos a través de festivales, funciones de cine y otras iniciativas de esparcimiento.
Sin embargo, la historia del hospital también estuvo marcada por episodios trágicos, como el accidente ocurrido en julio de 1956, cuando un avión militar se estrelló contra el pabellón 13, causando incendios, destrucción y la pérdida de vidas humanas. Este evento dejó una huella imborrable en la memoria de la institución.
En el plano académico, el Hospital Martín Rodríguez se consolidó como un centro de referencia en gerontología y geriatría, organizando cursos y simposios auspiciados por la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA y otras entidades científicas. Estas actividades han contribuido a posicionar al hospital como un líder en la investigación y enseñanza sobre el cuidado integral de los adultos mayores.
Hoy, el Hospital de Geriatría General Martín Rodríguez es más que un espacio de atención médica. Es un símbolo de compromiso con la dignidad de la vejez y una institución que ha sabido adaptarse y crecer, manteniendo su misión de brindar cuidado, respeto y calidad de vida a miles de personas.
