La casa de los Jefes de Estación, la historia de uno de los lugares más emblemáticos de Morón
Santiago Menu
Tanto en el pasado como en la actualidad, los trenes se establecen como uno de los recursos más relevantes con los que cuentan las sociedades. Dinamizadores de las economías locales y uno de los transportes más amigables con el medio ambiente, los ferrocarriles son utilizados por miles de personas todos los días. En el municipio de Morón, las profesiones ligadas a esta actividad eran sumamente reconocidas durante fines del siglo XX y principios del XXI, a tal punto de que algunas de las edificaciones se mantienen en pie hasta el día de la fecha. Este es el caso de las casas de los Jefes de Estación, uno de los lugares más emblemáticos del barrio.
En primer lugar, es importante mencionar que el Jefe de Estación era la autoridad máxima del ferrocarril en cada sección, ya que concentraba tareas administrativas, atención al usuario y la supervisión del personal de tráfico. Asimismo, era considerado como una de las personalidades destacadas de la comunidad, junto a la del Cura Párroco o la del Intendente. Por lo general, tenía muy buena consideración entre l@s vecin@s y percibía un muy buen ingreso económico.
De acuerdo a algun@s historiadores de la zona, las casas que tenían estas personas fueron construidas en la década del 20 y estaban en las inmediaciones de las estaciones de tren de Morón y Haedo. Su cercanía facilitaba por completo el trabajo en estos espacios tan concurridos.
Las residencias de los jefes de estación presentan una impronta británica, combinan la presencia de espacios verdes y lugares semicubiertos y poseen una arquitectura con identidad ferroviaria: muros de ladrillo a la vista, ventanas con hojas y celosías de madera, cubiertas con faldones empinados, a cuatro aguas, desagües de hierro fundido, fustes de chimeneas de ladrillos, entre otras características definidas por l@s especialistas.
En la actualidad, se puede apreciar con claridad la casa del Jefe de Estación de Morón, ubicada en las calles Independencia y Crisólogo Larralde, el único elemento que sobrevivió del antiguo complejo ferroviario. Mientras tanto, la residencia ubicada sobre la Plaza Norte de Haedo desapareció. No caben dudas de que esta historia de trenes merece volver a ser rescatada en tiempos en los cuales la existencia de las vías férreas se ve profundamente amenazada.