La historia de la chacra olvidada de Ituzaingó

Todo comenzó en el siglo XIX, cuando el terreno era conocido como la “Quinta de Luis Pellón”, nombre del arrendatario del histórico Puente Márquez.

La historia de la chacra olvidada de Ituzaingó
facebook icon twitter icon telegram icon whatsapp icon

Entre los rincones históricos del oeste bonaerense, existe una joya poco recordada pero cargada de memoria: la antigua chacra del ex gobernador Guillermo Udaondo, ubicada en lo que hoy conocemos como el Club de Campo Los Pingüinos, en la localidad de Villa Udaondo, Ituzaingó. Detrás del actual paisaje residencial y deportivo, se esconde una historia que atraviesa casi dos siglos de la historia nacional y regional.


Todo comenzó en el siglo XIX, cuando el terreno era conocido como la “Quinta de Luis Pellón”, nombre del arrendatario del histórico Puente Márquez. Antes de él, las tierras habían pertenecido a Francisco Antonio Herrero, un alto funcionario del Cabildo de Buenos Aires en 1806, quien construyó allí una sólida casa de ladrillos, considerada una de las más antiguas del actual partido de Ituzaingó y posiblemente del viejo partido de Morón.


Luego de varios traspasos, la propiedad fue adquirida por Benjamín Buteler, y durante su gestión, los alrededores de la casa eran conocidos como el “Monte Buteler”, un bosque muy recordado por los pobladores de principios del siglo XX. En 1912, la chacra pasó a manos de Antonio César Leloir, fundador del Parque Leloir, quien luego se la vendió a su cuñado, el ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Guillermo Udaondo.

La estancia contaba con 91 hectáreas y se encontraba en un punto estratégico, lindando con la Avenida Gaona, por entonces de tierra, sin mayores modificaciones desde su traza original de 1868, realizada por el ingeniero municipal Adolfo Sordeaux. Tras el fallecimiento de Udaondo, sus herederos vendieron el terreno en 1925 a Mauricio Braum, quien fundó en el predio la Cabaña “La Josefina” y el mencionado Club de Polo Los Pingüinos. Este último se transformó con el tiempo en uno de los clubes de campo más emblemáticos de la zona oeste. Sin embargo, la casa original aún sobrevive, convertida hoy en un silencioso testimonio de las transformaciones del territorio.


Hoy, casi inadvertida entre campos de golf y residencias modernas, la chacra de Guillermo Udaondo sigue siendo un símbolo olvidado del pasado profundo de Ituzaingó, que merece ser conservado y valorado por las futuras generaciones. Su historia forma parte del tejido que conecta la identidad local con los grandes procesos históricos del país.

whatsapp logo