La historia de la primera comisaria de Ituzaingó
Santiago Menu
De acuerdo a algun@s historiador@s locales, desde sus primeros años, la vigilancia en Ituzaingó estuvo bajo la jurisdicción de la policía de Morón. Sin embargo, los recursos eran limitados y la tranquilidad predominante en la zona permitía que el número de efectivos fuera reducido. En ausencia de un local específico para la policía, se utilizaba un vagón abandonado del Ferrocarril Oeste como calabozo, una curiosa solución que refleja las precariedades de la época.
A medida que las necesidades de vigilancia crecían, los oficiales recibieron caballos para patrullar la zona, aunque estos animales se encontraban en un campo de caballadas ubicado en el barrio Iparraguirre, próximo a la Colonia de Ancianos. Entre los primeros efectivos, se destacó Alfredo R. Durán como el primer oficial y Ángel Zamora como el primer agente asignado a la localidad.
En 1934, Ituzaingó dio un primer paso hacia la autonomía policial con la creación de un puesto de vigilancia, dependiente de la Comisaría 1ra. de Morón. Fermín Bustingorri fue el primer encargado, aunque por corto tiempo, seguido por una rotación de oficiales, entre ellos Rudecindo Ferrairone, quien permaneció en el cargo por varios años. Otros subcomisarios que dirigieron la dependencia fueron Rafael Roldán, Félix Iannella, Rodolfo Etchepare y Victorio F. Fernández, entre otros.
Con el tiempo, la comunidad de Ituzaingó comenzó a reclamar una comisaría independiente. En 1957, el Frente Unido Pro Autonomía se dirigió al jefe de la policía, Tte. Cnel. Desiderio Fernández Suárez, solicitando la creación de una comisaría. Aunque la petición fue inicialmente desestimada, el objetivo se alcanzó gracias a la intervención del Rotary Club y una junta de vecinos liderada por Eduardo L. Firpo. Finalmente, en agosto de 1963, la dependencia fue ascendida a comisaría y la inauguración oficial se realizó el 6 de octubre de 1963.
La primera ubicación de la comisaría fue en la calle 24 de Octubre entre Rondeau y Mariano Acosta, aunque sus instalaciones eran inadecuadas. Las reformas del edificio actual, en la esquina de Soler y Olazábal, se llevaron a cabo con el esfuerzo de comisiones vecinales. El primer comisario designado en Ituzaingó fue Agustín Oliveto, en enero de 1964.
Esta historia refleja cómo la seguridad en Ituzaingó fue consolidándose con esfuerzo y compromiso colectivo. La evolución de la policía local, desde un humilde vagón de tren como calabozo hasta la creación de una comisaría propia, muestra no solo la adaptación a las necesidades de una comunidad en crecimiento, sino también el trabajo mancomunado entre vecin@s e instituciones.