La historia de los amigos de La Matanza que crearon un simulador de vuelo en su casa
Santiago Menu
En la actualidad, prácticamente el mundo entero está conectado a través de aviones. Todos los días y a cada hora, miles de vuelos son abordados en diferentes ciudades del mundo y aterrizan en otro punto. No caben dudas de que la tecnología ha cambiado por completo estos traslados y enlazó de manera directa a millones de personas. En el partido de La Matanza, un grupo de amigos se propuso contribuir con que este proceso se desarrolle con mayor velocidad y para ello construyeron un simulador de vuelos, reconocido en diferentes partes del mundo. Adrián Zaccagnino, Sergio García y Franco Marinelli pueden sentirse orgullosos de que su invento traspase por completo las barreras nacionales y se consolide como una verdadera referencia.
Todo comenzó como un pasatiempo para estos tres amigos de La Matanza fanáticos de la tecnología. En sus inicios, desplegaron su sabiduría en el mundo de la fotografía, aunque con el paso del tiempo se volcaron por el universo de los aviones y ya llevan más de dos décadas de avances constantes.
AT-802 es el nombre que le dieron a su simulador de avión, que tiene la función de prevenir a los pilotos que se encargan de realizar fumigaciones en caso de que se presenten incendios sorpresivos. De acuerdo a los propios creadores de esta máquina, ya que las fumigaciones se realizan entre dos y tres veces al año, las personas a cargo de las aeronaves están mucho tiempo sin volar. Es por esta razón que los accidentes pueden estar presentes más que en cualquier otra actividad.
Es importante mencionar que este simulador fue seguido de cerca en todo su proceso de elaboración por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), quienes se aseguraron de que todo estuviera en regla. Tan solo dos modelos en todo el planeta cuanta con una licencia con altas exigencias (uno en Estados Unidos y otro en España), por lo que son consultados por muchas personas.
Una de las grandes particularidades que tiene esta empresa nacida en la zona oeste de la provincia de Buenos Aires es que, a raíz de la falta de apoyo por parte de empresas privadas o del propio Estado nacional, cada uno de los elementos con los que cuenta este simulador fueron elaborados en el garaje de una casa. De cara al futuro, su gran objetivo es continuar con esta marcha y llevar la bandera nuestro país hasta lo más alto.