La polémica reacción de Emilia Mernes cuando le preguntaron sobre el gobierno de Milei
La semana pasada un debate tomó las redes sociales a partir de una pregunta que le hizo una periodista española a la cantante argentina Emilia Mernes en una conferencia de prensa sobre su nuevo disco.
“Y un poco de la actualidad justo hoy por ejemplo en España, hemos visto que varios artistas de aquí han mostrado su apoyo a la cultura argentina que en estos momentos puede sufrir recortes por el nuevo gobierno de Milei, entonces mi pregunta es: si como mujer argentina y artista cómo estás viviendo tu un poco esto que se…"
En ese momento la periodista es interrumpida por una persona del equipo de la cantante que afirma “No vamos a hablar de política”. Ese recorte de la entrevista se viralizó y enseguida comenzó el debate sobre la “tibieza” y la “subordinación” de los artistas cuando eligen no posicionarse.
Algunes sostenían que al no dedicarse a la política no era necesario conocer su postura. Otres afirmaban que es libertaria ya que no “meterse” en asuntos públicos es parte del discurso liberal que gobierna hoy en la Argentina, y otres se vieron decepcionades por una artista que les representaba y eligió mirar (literal) a un costado ante la pregunta sobre lo que está sucediendo en el país.
Todas las posturas son válidas, el debate corresponde a una época en donde la representación política está debilitada y las personas, en especial les jóvenes, buscan esa representación en otros espacios y personas, como en artistas, streamers, influencers, etc.
La presión de la industria
Por un lado existe una demanda con los artistas mainstream que es la de abarcar al mayor público posible, y tener opiniones políticas puede generar rechazo en quienes piensen diferente. Un caso estelar es el de la cantante y compositora Taylor Swift, que tuvo que lidiar con las presiones de su equipo antes de hacer una publicación en sus redes sobre las elecciones en su estado natal.
“No puedo apoyar a Marsha Blackburn. Su historial de votación en el Congreso me horroriza. Votó en contra de la igualdad salarial para las mujeres. Votó en contra de la Reautorización de la Ley de Violencia contra la Mujer, que intenta proteger a las mujeres de la violencia doméstica, el acecho y la violación. Ella cree que las empresas tienen derecho a negar servicios a parejas homosexuales. También cree que no deberían tener derecho a casarse. Estos no son MIS valores de Tennessee. Votaré por Phil Bredesen para el Senado y Jim Cooper para la Cámara de Representantes.”
En Estados Unidos el voto no es obligatorio y para ejercer ese derecho uno tiene que inscribirse. Luego del posteo de la cantante 51.308 personas se inscribieron para votar en esas elecciones, en su mayoría jóvenes. Si bien no ganó el candidato al cual ella apoyaba, ganó su independencia y transparencia como artista.
“Siento que perdí 90 kilos. Me siento muy bien porque ya no estoy amordazada” cuenta Taylor en el documental Miss Americana.
La hostigación en redes
Posicionarse tiene sus consecuencias y en estos tiempos de fake news y clickbait, parece que todo está permitido en redes sociales, ya que es mucho más fácil insultar, denigrar, y acosar personas de manera anónima. Pero el amedrentamiento responde a una ideología.
Luego del triunfo de Javier Milei (LLA) en las elecciones primarias, la cantante Lali Espósito publicó en su cuenta de X: “Qué peligroso, que triste” y le llovieron comentarios de todo tipo. Muchos la descalificaban vinculándola con el partido opositor, otros le empezaron a hacer reclamos políticos, otros simplemente le pedían que se calle y no opine.
Al igual que Trump con Taylor Swift, el presidente Javier Milei también decidió subirse a la ola de confrontación con artistas que piensan distinto y likeó posteos que sostenían falsas declaraciones sobre la cantante argentina. Lo que la llevó a Lali una vez más a ser foco de la prensa y tener que salir a desmentir los inventos de redes y defender su derecho a opinar como ciudadana.
“Nos llevaron a un punto donde si yo doy una opinión a favor de la cultura, ya significás lo contrario. No es pensar diferente el problema, es qué hacemos cuando pensamos diferente, ¿vamos a bardear al otro? ¿Vamos a mentir sobre el otro? ¿Necesitamos demonizar a ese otro para que nadie escuche su opinión? Y eso se parece más a las épocas oscuras” declaró hace unos días Lali en el móvil de LAM.
Es entendible que personas que están expuestas públicamente no quieran opinar de temas sociales en un contexto delicado donde la violencia política ha escalado a niveles dramáticos. Sin ir más lejos en el año 2022 ocurrió un hecho que todavía no está del todo clarificado, y hay bastantes irregularidades en la investigación: el intento de femimagnicidio a la entonces vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner.
Aquella violencia extrema que llevó a resquebrajar la democracia en un intento de asesinato público tiene sus orígenes en la violencia política ante posicionarse y defender ciertos derechos de parte de sectores que no comparten esas posturas.
Es lógico que haya artistas que no quieran involucrarse en la realidad del país pero al mismo tiempo hay un público que lo demanda y espera la utilización de esa voz magnificada de ciertos artistas para generar una representación que hoy en la política no se encuentra, así lo expresó otra cantante argentina María Becerra.
“Yo siento que los artistas tenemos una responsabilidad en la sociedad, hay mucha gente que nos escucha, que nos sigue. Yo sé que los artistas tenemos una palabra fuerte y todo el tiempo nos están preguntando sobre estas cosas.”
