Merlo: se conoció el móvil del homicidio y descuartizamiento del albañil de Pontevedra
Diario La Ciudad
Los investigadores del crimen de Jarol Canelo Crespín, el albañil paraguayo cuyo cadáver descuartizado fue hallado el jueves de la semana pasada en un descampado del partido bonaerense de Merlo, creen que una de las mujeres detenidas por el hecho elaboró un plan macabro, junto a otras dos personas, para seducir a la víctima con el fin de engañarlo y apoderarse de su casa, su auto y el resto de sus pertenencias.
Para el fiscal de Morón que tiene a su cargo la investigación del caso, Sergio Dileo, la clave para esclarecer el homicidio fue la confesión de una familiar de la principal acusada, identificada como Eliana Rocío Anabella González (36), y testimonios de vecinos del barrio, quienes aportaron detalles de la aparición de la sospechosa en el barrio y el vínculo que mantenía con Jarol Canelo Crespín (40).
Uno de los investigadores en diálogo con Diario La Ciudad, señala que con la detención de González, de su tía llamada Norma Beatríz González, y de un amigo de ambas de nombre Víctor David Luján, alias “Davicho”, está prácticamente esclarecido el caso.
Lo que arrojó el móvil del crimen y descuartizamiento fue claramente apoderamiento de todos los bienes del albañil, entre lo que estaba su humilde casa, un auto Ford Escort y otros valores.
“Ya tenemos a todos los implicados detenidos y el caso está esclarecido en un 95 por ciento. Solo faltan algunas pericias y vamos cerrando el círculo“, dijo a La Ciudad el pesquisa.
Que también destacó la investigación del macabro plan para robar bienes personales, “la velocidad con la que se trabajó es para destacar “.
Los detectives de la policía bonaerense creen que “el cerebro” del plan fue Eliana González, quien había conocido tiempo atrás a Canelo Crespín y había entablado una “especie de relación” de pareja que era un total dominio.
Para los investigadores, “el plan macabro fue planeado con tiempo” cuando la principal acusada “se dio cuenta que su víctima estaba solo en el país”, y las sospechas apuntan a que González planeó el crimen con “Davicho” .
La clave para el esclarecimiento fue la detención de Norma González, tía de Eliana, quien al ser indagada se quebró ante el fiscal y contó que al albañil lo mataron entre su sobrina y Luján. También que ella era inocente.
De acuerdo a lo que lograron elaborar los investigadores, Eliana golpeó con una botella en la cabeza a Crespín y éste quedó desmayado. Ahí el amigo lo apuñaló varias veces.
Luego, lo desmembraron y colocaron sus restos dentro de un bolsón utilizado para cargar arena que, finalmente, arrojaron a cien metros de su propia casa, en la calle Espejo 1245 de Pontevedra.
Los restos finalmente fueron hallados por unos chicos que jugaban al fútbol en una canchita que funciona en un descampado.
Eliana González y “Davicho” Luján quedaron acusados por el fiscal Dileo como coautores del “homicidio calificado” de Jarol y se negaron a declarar en sus indagatorias, mientras que Norma González quedó acusada del “encubrimiento” del homicidio.
“Ella declaró que nada tuvo que ver en el crimen, que no sabía lo que había pasado, que ella solo llevó en su auto a su sobrina hasta el lugar“, dijo otro investigador consultado, quien agregó que, de todas formas, esta mujer quedó implicada en la causa a raíz de las contradicciones, porque fue ella quien declaró que su sobrina “quería quedarse con la casa y con el Ford Escort de Crispín, es decir, ya sabía del plan criminal”.
El hallazgo del cuerpo se produjo el jueves pasado cuando unos niños que jugaban a la pelota en un terreno baldío sobre la calle Espejo, cercano al cruce con Victorino de la Plaza, en Pontevedra, lograron divisar el contenido de una bolsa negra semiabierta, por lo que dieron aviso a otro vecino, quien constató que se trataba de un cadáver y llamó al 911.
También se halló en el lugar un bolso deportivo negro que contenía dos cuchillos, una hoja de sierra blanca, una frazada verde estampada, una sábana blanca con vivos rojos, una camisa a rayas y un jean con cinto negro, todas las prendas con manchas de sangre.
Del resultado de la autopsia surgió que el hombre fue asesinado de al menos tres puñaladas en el cuello y que presentaba múltiples heridas de arma blanca en la cabeza, tórax y espalda, además de golpes.
El médico legista que revisó el cuerpo en el lugar del hallazgo había constatado previamente que la víctima tenía hundimiento de cráneo a raíz de un posible golpe con un objeto contundente, además de tener las extremidades amputadas, las superiores a la altura de los codos y las inferiores por debajo de las rodillas.
Las fuentes consultadas agregaron que Canelo Crespín también estaba amordazado con cinta de embalar en la boca.
Por Ramón González