Muerte y conmoción en Ramos Mejía: La pareja del exjugador Fernando Cáceres falleció tras caer de un séptimo piso
Melina Alderete
La pareja se había mudado al distrito del oeste el sábado pasado. Al momento de la muerte, el futbolista se encontraba en el departamento.
El misterio y el asombro rodean a los vecinos de Ramos Mejía luego de que, este martes, se supiera la noticia de la muerte de Raquel Candía, la pareja del exjugador de fútbol, Fernando “El Negro” Cáceres, quien falleció tras caer del séptimo piso del edificio al que se habían mudado recientemente.
El caso está en manos del fiscal de La Matanza, Carlos Arribas, quien se encarga también de trabajar en la declaración del futbolista, ya que él fue la única persona que estaba con Candía en el departamento al momento de su muerte.
Sin embargo, es de público conocimiento que Cáceres está en silla de ruedas desde hace más quince años, producto de una agresión que sufrió en un intento de robo efectuado en Ciudadela, donde los delincuentes armados y con vehículos dispararon contra el exjugador.
En aquel ataque de noviembre del 2009, uno de los ladrones disparó a través del parabrisas del vehículo en el que se movilizaban y le dio en la cabeza a Cáceres. Como resultado, el exfutbolista quedó en muy grave estado, perdió el ojo derecho y, además, el proyectil le quedó alojado en el cerebro, razón por la cual debe utilizar una silla de ruedas de por vida.
Un caso, muchas hipótesis
La investigación en curso por la muerte de Raquel Candía en Ramos Mejía señala que los oficiales, al entrar al domicilio de la pareja, encontraron el hogar totalmente desordenado. Además, hay testigos que aseguran a la policía que, horas antes del fallecimiento, escucharon gritos saliendo del departamento y que, posteriormente, vieron caer a la mujer.
En el lugar del hecho, se hizo presente una prima de Candía, quien aseguró que no cree que la mujer “se haya tirado”. Asimismo, comentó a los medios: “Venimos a ver qué pasó exactamente. Sé que ella tiene conflictos con la hija o la expareja. Pero no creo que se haya tirado”.
Además de la prima, se acercó al edificio de Ramos Mejía el hermano de Raquel Candía, quien insistió en que su fallecimiento no fue un suicidio: “A mi hermana la mataron. Estoy re seguro que ella no se va a matar. Lo que tengo claro es que la mataron”, aseveró.