Parque Leloir: su origen y evolución hacia zona residencial
Parque Leloir, ubicado en la localidad de Ituzaingó, tiene una historia rica que se remonta a finales del siglo XIX, cuando Alejandro Leloir, un importante hacendado de Buenos Aires, comenzó a adquirir tierras en el cuartel 4º del partido de Morón. En 1888, una de las parcelas fue comprada por su sobrino, Federico R. Leloir, y más tarde adjudicada a Antonio César Leloir, hijo menor de Alejandro. Fue Antonio quien, al cumplir la mayoría de edad, comenzó a expandir la propiedad, adquiriendo chacras linderas hasta conformar un campo de más de 330 hectáreas.
En el corazón de esta extensa propiedad, Antonio César Leloir decidió crear un parque de aproximadamente 70 hectáreas que incluyó una laguna con islote, un diseño que se atribuye al paisajista francés Carlos Thays. Esta obra monumental se realizó a principios del siglo XX y ocupaba una zona delimitada por las actuales calles De los Baqueanos, Gobernador G. Udaondo, De los Reseros y De la Media Caña. El parque reflejaba un enfoque estético propio de los parques europeos, con grandes áreas verdes y una variada arboleda.
Además de su interés por la jardinería y la parquización, Antonio fundó un establecimiento rural, el Haras Thays, dedicado a la cría de caballos pura sangre de carrera. Uno de sus caballos más destacados fue "Capablanca", ganador de la Copa de Potrillos. Sin embargo, en 1938 el haras fue levantado, y sus instalaciones fueron rematadas en 1942, tras la muerte de Antonio en 1939. El campo fue dividido entre su esposa y sus cuatro hijos, lo que inició un proceso de subdivisión y urbanización de las tierras.
En la década de 1930, las familias Leloir comenzaron a desprenderse de partes de sus tierras, lo que dio origen a barrios como "Villa La Liebre" y "Villa Leloir". A medida que avanzaba la urbanización, se forestaron las calles siguiendo criterios europeos, bajo la dirección del ingeniero Martín Jacobé. Entre 1940 y 1948, se realizaron una serie de remates de terrenos, lo que atrajo a l@s primeros residentes permanentes, aunque inicialmente el área fue preferentemente utilizada para quintas de veraneo.
Durante los años 50, Parque Leloir fue declarado ciudad jardín, con una ordenanza especial para proteger su arboleda y conservar su fisonomía particular. Además, durante esta época, se promovió la instalación de caballerizas que dieron un carácter pintoresco a la zona, atrayendo a turistas que venían a disfrutar de cabalgatas y paseos por el parque.
Con el tiempo, Parque Leloir dejó de ser solo un lugar de veraneo y atrajo a más residentes permanentes, especialmente a partir de los 60 y 70. Las sociedades de fomento jugaron un papel crucial en el desarrollo del barrio, gestionando mejoras y promoviendo actividades culturales y ecológicas.
En 1991, un grupo de vecin@s creó la Asociación Civil Parque Leloir (PLAC), que desde entonces ha trabajado activamente en la preservación del entorno natural y en la promoción del desarrollo cultural y social de la comunidad. Hoy en día, Parque Leloir sigue siendo un ejemplo de urbanización respetuosa con el medio ambiente y una de las zonas más atractivas del Gran Buenos Aires para quienes buscan un estilo de vida en armonía con la naturaleza.
