Pedro Chappa vive en sus letras: Este lunes se presentará "Obras reunidas" en la UNLaM
Melina Alderete
División
Para algunas operaciones matemáticas no hace falta haber ido a la escuela. Hay que ser demasiado tonta para no saber cómo se sacan dos, cuatro, seis, ocho porciones iguales.
Pero si son siete bocas y una sola pizza, ahí te quiero ver.
Hace un corte pasando por el centro, dos tajos más a cada mitad y; entre la invitación y la orden; cumple con un rito que está metido en la sangre desde los tiempos de su abuela.
– Coman ustedes, yo no tengo hambre, dice.
A Pedro Chappa, el autor de este microrrelato, la escritora María Sueldo Müller lo define como “el cuentero del conurbano”. Nacido en Tres Arroyos en 1946, empezó a escribir a la edad de tres años y medio, según relató el mismo que le han contado sus padres. A sus catorce, escribió su primer cuento, que relataba la historia del “loco Pichín”, un botellero de barrio que se convirtió en su primera opción política, sin que él siquiera se diera cuenta de ello.
Desde sus primeras líneas cuentistas en la preadolescencia, hasta la consolidación de sus grandes obras como Un violín en Praga y Villegas, Al Costado del camino y Una copa desde el fondo, Pedro Chappa se convirtió en una de las voces literarias desde y para la marginalidad más reconocidas, sentidas y auténticas.
En junio del 2017, Chappa falleció en un hospital público de La Matanza, partido en donde, casualmente, también realizó una de sus últimas presentaciones literarias. Y es en esta misma porción del conurbano donde, sus colegas y amigxs, estarán homenajeándolo este lunes 7 de noviembre a las 19 en la Biblioteca Leopoldo Marechal de la Universidad Nacional de La Matanza.
En dicha jornada se realizará la presentación de “Obra reunida”, de ediciones Leviatán, que propone un abordaje holístico a la vida y literatura de Pedro Chappa. El libro, define Sueldo Müller, es fruto del trabajo desinteresado y colectivo de muchos amigos que querían que su trabajo y legado continúen circulando.
La Ciudad conversó con María Sueldo Müller, colega y amiga de Pedro Chappa, acerca de la obra del ícono del conurbano, la presentación de este lunes en la UNLaM y la trayectoria de un artista y militante polifacético que supo hacer de las letras un espacio de reflexión y resistencia.
¿Cómo definirias a Pedro Chappa, como persona y escritor?
No es fácil presentar a Pedro. Podría decir que fue un cuentista, un narrador oral, un siempre habitante de los márgenes, un actor ocasional, un poeta renegado, un permanente enamorado de la belleza, un sobreviviente. También fue un gran escuchador, un observador afilado y un gran lector.
Aunque, tal vez, sería mejor definir a Pedro como un cuentero del conurbano. Y digo cuentero, tomando sin permiso esa palabra de un poema de Elvio Romero que a Pedro le gustaba mucho, porque su labor literaria está atravesada por lo cotidiano, las anécdotas, las fabulaciones, la mística y hasta el registro oral de barrios, rurales o urbanos, siempre empobrecidos, siempre al margen.
¿Cómo entendés su figura como escritor del conurbano? ¿Cuáles fueron sus mayores intenciones retratadas en su literatura?
Pedro fue un hombre comprometido con su tiempo, un “intelectual del conurbano” diría el sociólogo Denis Merklen. Como escritor, no abandonó su compromiso, sino que hizo de la literatura un arma con la que combatir ese silencio al que están sometidos quienes viven al margen. Mejor que ningún otro, Pedro les dio la palabra a quienes no tienen voz, a los expulsados del sistema, a los exiliados del lenguaje, a los que se ven arrojados a la ilegalidad; los dejó hablar con su propia lengua y contar su realidad, sus grandezas, miserias y anhelos.
¿Cómo definirias la obra de Pedro? ¿Por qué crees que es tan importante que se lo siga leyendo y compartiendo hoy en día?
En estos tiempos, en que la marginalidad y la pobreza se han vuelto un producto espectacularizado hasta la hipérbole para fascinación morbosa de un público que deposita en ese otro construido la encarnación de todo un horror que siente ajeno; productos a los que se suman los discursos sobre la pobreza y la periferia que circulan desde los medios hegemónicos y que se sintetizan en nociones descalificadoras y estigmatizantes; resulta necesario, imprescindible, leer a Pedro Chappa.
En sus textos el autor consigue pintar un cuadro de situación cuyo denominador común son la periferia y la vulnerabilidad propias de los actores sociales más empobrecidos, en un entorno social y económicamente tan deteriorado que impide proyectar más futuro que el de la supervivencia. Pero su obra no se limita a describir ese entorno, sino que consigue transfigurar el dolor y el horror, en algo maravilloso.
¿Cómo surgió la idea de editar su obra reunida? ¿Cómo fue esa experiencia y proceso?
Editar su obra reunida es un proyecto que tuvo el mismo Pedro, quien incluso llegó a firmar el acuerdo con la editorial, pero que su intempestivo fallecimiento en 2017 impidió concretar.
El proceso que devino en la publicación de este libro es el del trabajo colectivo, amoroso y desinteresado de sus amigos, quienes se ocuparon de seleccionar, transcribir y corregir los cuentos que lo integran. Además, este libro es una manifestación de cariño y reconocimiento hacia una de nuestras voces más potentes y el resultado de la convicción de que esta obra merece circular y ser leída.
¿Cómo será la jornada de presentación en la UNLaM? ¿Cuáles son las expectativas para ese gran día?
Toda presentación supone la emoción que implica compartir el resultado de un gran trabajo y, en este caso, del trabajo de un amigo que ya no está, pero nos ha legado su obra y la responsabilidad de mantenerla viva.
Además, que la presentación sea en la biblioteca Marechal de la UNLaM, resulta doblemente significativo. Primero, porque considero que es una actitud para destacar que la universidad abra sus puertas a la comunidad y posibilite la puesta en valor de los autores del territorio. Segundo, porque la última aparición de Pedro, el último abrazo, fue en esa biblioteca en ocasión de la presentación del libro Alto Guiso.
Estarán encargadxs de comentar la obra y recordar a Pedro, lxs poetas Anahí Cao, Patricia Verón y Gino Bencivenga; Alfredo Zapata, artista plástico autor del arte de tapa, expondrá su obra; Marcos Sueldía leerá algunos cuentos breves; Gustavo Zapata se ocupará del cierre musical y yo andaré por ahí, coordinando un poco. Así que sí, nos preparamos para una tarde de emociones.
¿Cuál crees que es el legado de Pedro Chappa? ¿Qué material de él le recomendarías a alguien que va a leerlo por primera vez?
El legado de Pedro creo que está en ese principio de pintar la propia aldea, de poner la mirada en el territorio de uno, en lo cotidiano, pero no quedarse en la superficie, sino mirar a fondo, permitirse ver. Está en entender la literatura, el arte, como un mecanismo de libertad, de emancipación, de reivindicación de la identidad, de desocultamiento de los mecanismos del poder y también, como un espacio para la fantasía, la creación y la belleza.
A quien quiera empezar a leerlo le sugeriría que no espere una narración convencional, que no se desespere si algunas palabras son extrañas o si el manejo del género es caótico.
Algunos cuentos que pueden funcionar como buenas entradas a la obra, podrían ser “El encuentro”, que cuenta la historia de una larga rivalidad entre dos hombres de campo; “El Juano”, donde un barrio que planta zapallos en las veredas asiste con sorpresa al extraordinario descubrimiento de un vecino o “Congéneres” que narra las cavilaciones de un hombre que ve a su esposa echar sal en la comida. Y después, que vaya por todos los demás.
La presentación de “Obra reunida” será este lunes 7 de noviembre a las 19 en la Biblioteca Leopoldo Marechal de la Universidad Nacional de La Matanza.
Fotografía de portada por Martín Biaggini.