Habla la joven ituzainguense detenida por cantar el himno
Jennifer es vecina de Ituzaingó y fue una de las cuatro mujeres detenidas el pasado miércoles en las mediaciones del Congreso de la Nación mientras se debatía la Ley Ómnibus. Habló con La Ciudad y contó cómo fue la detención, el acoso cibernético y las causas armadas.
“Había no sé 50 efectivos a disposición de 4 mujeres que estaban sentadas cantando el himno. Y todo el despliegue después, toda la gente que tuvo que trabajar durante toda la noche por 4 mujeres que cantaban el himno. Ahora, vos salís a comprar y te matan por un celular, tu marido te caga a trompadas y no pasa nada.” cuenta Jennifer luego de haber pasado la noche en una dependencia de la Policía sin haber cometido ningún delito.
“La calle estaba cortada por las fuerzas de seguridad que buscaban avanzar sobre los manifestantes que nos encontrábamos sobre Rivadavia con cacerolas, carteles y con nuestra voz. En ese momento veo a una mujer sentada frente a todo ese cordón policial en forma de protesta pacífica y me salió ir a sentarme con ella y otras chicas más que también nos sentamos y nos abrazamos a cantar el himno.”
Jennifer es madre, trabajadora informal, había acordado ir con unos amigos al banderazo que se estaba organizando desde las asambleas barriales en contra de la Ley Ómnibus, pero ante las noticias sobre el operativo de seguridad desmedido que estaba ocurriendo en Capital desistió.
“Esa situación me generó mucho miedo. Al punto de desistir ir al banderazo. Me generó mucha controversia e impotencia ver por las noticias cómo avanzaban contra los manifestantes. Los manifestantes, digo, el pueblo: el trabajador informal, los ambientalistas, inquilinos, vecinos autoconvocados, jubilados. Todos los que nos vemos afectados con las políticas de este gobierno.”
En un momento Jennifer escucha al dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) Juan Grabois por la tele que invitaba a expresarse de manera pacífica, no lo pensó mucho y fue sola para el Congreso.
Cuando llegó vio un despliegue exagerado de las fuerzas de seguridad. “No entiendo cómo te mandan gendarmería que debería estar cuidando las fronteras, ¡La prefectura! Los camiones hidrantes. Todo una locura.”
La detención
Jennifer se conmovió con la señora que estaba sentada sobre el cordón de la vereda y sintió que debía acompañarla. Las fuerzas de seguridad estaban copando la calle y buscaban avanzar sobre la gente que se encontraba manifestándose luego de terminada la sesión.
“En un momento avanzan sobre nosotras. A mi me agarra una mujer policía como está documentado, yo voy caminando y tratando de entender qué pasaba alrededor. A las otras chicas las arrastran de las piernas. Había efectivos masculinos con ellas y nos suben a un móvil.” Relata Jennifer. Las cámaras de los móviles televisivos acompañan la situación, aunque no se entendía el motivo de las detenciones.
Tal como lo testifican las imágenes que recorrieron portales y redes sociales la cantidad de policías era desmesurada, en ese momento de tensión el diputado de Unión por la Patria, Eduardo Toniolli intentó acompañar a las mujeres detenidas pero la policía no le permitió acercarse al móvil que se las llevó sin dar explicaciones.
“Nos suben a las 4 en el móvil y nos tuvieron dando vueltas por Congreso sin decirnos absolutamente nada. Por qué estábamos detenidas, a dónde nos llevaban. Cuál era el delito de estar sentadas cantando el himno. Después de un rato largo nos llevaron a la Superintendencia de Drogas Peligrosas donde nos hicieron bajar de a una. Y nos ve un médico que quería que nos sacáramos la ropa para constatar lesiones delante de un montón de efectivos con la puerta abierta.”
Cabe aclarar que la policía es una fuerza de seguridad pública y por ende tiene obligaciones como informar los motivos de la detención y el lugar a donde se lleva a las detenidas, además una persona sólo puede ser detenida: para establecer identidad o averiguar antecedentes, por imputación de una falta o contravención o por imputación de un delito.
Detención para identificar o averiguar antecedentes
En la provincia de Buenos Aires sólo puede durar 12 horas, y 10 en CABA. En ese tiempo, la policía tiene que tramitar la “planilla de impedimientos” (los antecedentes) constatar el domicilio y hacerte ver por un médico. Deben dejarte hacer una llamada telefónica. Pasadas las 12 horas en provincia y 10 horas en CABA, la persona debe ser liberada, hayan llegado los antecedentes o no. Si no lo hacen, cualquiera (pariente o no, con o sin documento) puede interponer un HABEAS CORPUS ante el juzgado de garantías de turno (provincia) o de turno para habeas corpus (CABA).
Detención por faltas o contravenciones
Las contravenciones son conductas que, sin ser delitos, se castigan como si lo fueran, con penas de multa y arresto. El organismo que interviene en este caso es el Juzgado de Paz o el Juez Correccional en provincia, y el Fiscal Contravencional, Penal y de Faltas en la Ciudad de Buenos Aires.
En general, la primera instrucción es cumplir los mismos tres pasos, es decir, planilla de antecedentes, vista médica y constatación de domicilio, y luego hacer nueva consulta al juez o fiscal. En general puede haber arresto policial o “aprehensión” por hasta 12 horas.. Después de la soltura, la persona que estuvo detenida debe ponerse en contacto con la defensoría para aportar prueba de descargo y apurar su sobreseimiento o la apelación de la sentencia en caso de condena, para evitar que queden antecedentes.
Detención por un delito
Si te acusan de un delito hay inmediata intervención judicial, con un fiscal (en prácticamente todas las provincias) o un juez (en el caso de delitos federales o de intervención de la justicia nacional de CABA) que empiezan a tomar decisiones y comunicarlas a la policía. La policía no puede incomunicarte sin orden judicial, tienen obligación de informar a quien se acerque a la comisaría qué delito te imputan; a disposición de qué juez o fiscal estás y qué instrucciones dieron el juzgado o la fiscalía a la comisaría.
En general, la primera instrucción es verificar el domicilio, chequear antecedentes y hacer la visita médica. Con eso cumplido, la policía hace una nueva consulta en la que el juez o fiscal informan si ordenan la soltura o si te llevan al día siguiente para prestar declaración indagatoria.
Para más información consultá el Manual del Pequeño Detenido de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI)
“Nos abrieron una causa penal por resistencia a la autoridad, cuando en los videos se ve perfectamente que no hubo tal resistencia. Cuando me agarra la oficial y yo le pregunto por qué me llevan me dice que me tenía que correr de ahí que no me iba a pasar nada. Pero no fue así claramente.”
“No fue hasta que llegamos a lugano que nos informaron nuestros derechos. Nos dieron agua y nos permitieron ir al baño. A todo esto habían pasado varias horas.”
Visibilizar, una herramienta democrática
“Mientras estuvimos en el móvil estábamos todavía con comunicación así que ahí decidimos hacer un vivo y pedir que lo difundan. En todo momento se solidarizaron con nosotras diferentes organizaciones de medios de comunicación. Veíamos por las redes que se estaban movilizando y difundiendo, creo que fue clave. Pienso qué podría haber sido de nosotras sin la mediatización y me da miedo. La verdad que hasta ese momento estábamos sin saber dónde nos llevaban, qué cargos nos imputaban, qué iba a pasar con nosotras.”
“Quiero destacar la solidaridad que hubo entre nosotras que éramos 4 mujeres que no nos conocíamos. El reclamo fue genuino y pacifico y más allá de lo partidario creo que todos apuntamos a un mismo modelo de país donde no se vulneren nuestros derechos, donde se respete la Constitución Nacional. Donde podamos vivir dignamente. Trabajar y alquilar en condiciones dignas. Defendiendo la educación pública , la salud pública. La cultura, nuestras leyes ambientales.”
Jennifer además, está atravesando una situación de violencia de género, lo que la llevó a realizar la denuncia y encontrarse con la violencia institucional de las áreas que no están capacitadas para acompañar estas situaciones. “La falta de perspectiva de género, la falta de políticas públicas para poder erradicar estas situaciones de violencia que muchas veces terminan en femicidios. Yo siento en carne propia la falta de justicia y la vulneración de derechos. Eso es lo que me llama a movilizar. Y a poner el cuerpo.”
Miedo en las calles y en las redes
Como si fuera poco, luego de violencia recibida por parte de la Policía Federal. Jennifer sufrió acoso cibernético, lo que se conoce como doxeo.
El doxeo consiste en recopilar y publicar información personal de alguien o de un grupo, sin su consentimiento, con el objetivo de dañar su trayectoria pública y profesional. También se conoce como “carpetazo”. Es común encontrar casos donde los datos que se publican son falsos o están alterados con el fin de incentivar la indignación, el odio y reforzar estereotipos negativos sobre las personas a las que está dirigido.
Fue así que un “periodista” de La Nación publicó un reel donde exponía información personal de Jennifer y sus hijos, la difamaba e incitaba a la violencia digital a partir de denuncias falsas que la estigmatizaban. Jennifer comenzó a recibir insultos en sus redes y tuvo que cerrarlas.
“Entiendo que todo este show que están montando es para amedrentar y para aleccionar. Esto pasa si te manifiestas. Porque no se llevaron manifestantes que estaban alterando el orden público ni cortando calles ni ejerciendo violencia. Se llevaron a 4 mujeres. Yo pregunto porque no está la policía para cuidarnos. Los mandan a reprimir jubilados y a mujeres que se pronuncian pacíficamente.”
