Se cumplieron 19 años de una de las grandes estrellas que conquistó Ituzaingó

Se cumplieron 19 años de una de las grandes estrellas que conquistó Ituzaingó
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La historia del Club Atlético Ituzaingó tiene tardes imborrables, y una de ellas fue la del 7 de mayo de 2006, cuando el León regresó a la Primera C tras un paso fugaz, pero intenso, por la última categoría del fútbol argentino. Aquel día, bajo una lluvia que caía justo cuando el «Wity» Ibáñez se preparaba para patear el penal decisivo, el Verde selló su ascenso en una final de película ante Liniers.


El descenso de 2005 fue un golpe muy difícil de digerir. Tras 23 años como protagonista del ascenso, Ituzaingó cayó a la Primera D, generando tristeza y bronca entre sus hinchas. Pero esa caída sería solo el preludio de un renacer deportivo que se daría rápidamente, y que quedaría grabado como una de las grandes gestas del club. Con el “Tato” Medina como DT, el equipo no tardó en demostrar que no se quedaría en la D: en los primeros seis partidos se mantuvo invicto, con cuatro victorias.


El camino no fue perfecto: a mitad del torneo sufrió dos derrotas consecutivas. Sin embargo, el León se repuso con autoridad, ganando 7 de los últimos 8 partidos del Apertura. El cierre fue ideal: victoria 1-0 frente a Deportivo Paraguayo, en el actual estadio Carlos Sacaan, que le permitió coronarse campeón del torneo.

La ilusión creció aún más en el Clausura, donde también arrancó bien, pero algunas caídas impidieron que lograra el ascenso directo. Así, el destino lo puso frente a frente con Liniers, el ganador de dicho torneo, para definir el título.


Las dos finales se jugaron en cancha neutral, en Almirante Brown. En la ida fue empate 1-1, con gol de Héctor Amarilla para Ituzaingó. En la vuelta, otro 1-1, esta vez con tanto de Marcos Zampini, lo que obligó a ir al tiempo suplementario. Sin diferencias, la definición llegó desde los doce pasos, y allí apareció la figura de Claudio Paz, que atajó dos penales. El broche de oro lo puso Oscar “Wity” Ibáñez, que convirtió el penal decisivo desatando la locura de toda la hinchada que copó Casanova.


Aquel equipo no solo logró el objetivo, sino que lo hizo con autoridad: su goleador fue Sergio Sanfilippo con 11 tantos, el jugador con más presencias fue Fernando Martínez con 35 partidos y tuvo una efectividad del 64,81%.


A 19 años de esa tarde histórica, el recuerdo sigue tan vivo como el grito de gol de Ibáñez, como el festejo bajo la lluvia y como el orgullo de una ciudad que volvió a sentirse grande en el fútbol. Esa generación de jugadores, cuerpo técnico e hinchas es una de las grandes estrellas que conquistó Ituzaingó, y su hazaña sigue marcando el camino.

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