Se inaugurará un restaurante en el Coliseo de Ituzaingó
Santiago Menu
Si hay algo que caracteriza a Ituzaingó es su capacidad de sorprendernos. Cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo, el paisaje urbano de nuestro distrito se prepara para sumar una nueva joya que combina arte, turismo y, ahora, una propuesta gastronómica de primer nivel. El momento finalmente llegó: este viernes 20 de diciembre, a partir de las 19:00 horas, abren oficialmente las puertas del restaurante "El Coliseo".
Ubicado en la calle Barcala 450, este espacio no es un restaurante más. Se trata de una inmersión directa en la imaginación del reconocido artista local Rubén Díaz. El "arquitecto sin título", como él mismo se define, ha transformado una esquina de barrio en una réplica del mítico Coliseo Romano, pero con ese toque ecléctico que solo él sabe darle.
La estructura es imponente y ya conocida: 200 metros cuadrados distribuidos en dos pisos que alcanzan los 8 metros de altura. Al ingresar, los comensales no solo serán recibidos por el aroma de una cocina cuidada, sino también por cabezas de leones dorados, estatuas de gladiadores y murales artísticos que recrean el antiguo circo romano. Y, como en el universo de Díaz todo es posible, el lugar también alberga una nave espacial, fusionando la historia antigua con la ciencia ficción en un mismo espacio.
La propuesta gastronómica llega para completar la obra. Este nuevo restaurante está pensado para quienes buscan algo diferente. La carta es amplia y versátil, ofreciendo opciones para desayunos, almuerzos, meriendas y cenas. El objetivo es claro: crear un ambiente cuidado, con platos de calidad, ideal para compartir en familia o con amigos en cualquier momento del día.
La expectativa es alta y las reservas para la noche del 20 de diciembre ya están disponibles. Es una oportunidad única para ser parte de la primera noche de este ícono local. Para asegurar tu lugar en esta velada histórica, podés contactarte al WhatsApp 11-3440-4588.
Ituzaingó sigue creciendo, y con propuestas como "El Coliseo", demuestra que en el oeste la creatividad y el buen gusto no tienen techo (ni fronteras temporales).
