Ituzaingó: abuso sexual en jardín parroquial, para la justicia está probado el hecho e indagan a la docente
María Josefina Severino
La docente del Jardín San Judas Tadeo, presunta autora del delito de abuso sexual contra una niña, tendrá que declarar este viernes 2 de diciembre. La indagatoria llega a más de dos años de realizada la denuncia, radicada en Fiscalía Descentralizada de Ituzaingó. De esta forma, la investigación a cargo del fiscal Roberto Marcelo Tavolaro avanza y crecen las posibilidades de que la causa sea elevada a juicio y que la imputada (por ahora presunta autora), sea condenada.
Tanto las pericias psicológicas como la Cámara Gesell realizadas a la niña, llevaron al fiscal a establecer que los hechos sucedieron tal como lo relata la niña y en consecuencia procedió a caratular la causa como abuso sexual agravado, ya que la imputada estaba a cargo de la educación de la pequeña. En este sentido, le cabría una pena de 8 a 24 años de prisión.
En el marco del avance de la causa, la madre de la niña expresó a La Ciudad: “Es un proceso muy triste, pero siempre tratando de que se llegue a la verdad”. En este sentido, sostuvo que los testimonios presentados por la defensa de la docente contribuyeron a la definición de la carátula porque “no tienen sentido”.
“Todas estas personas no estaban en el momento, ni saben. Son personas que son amigas de ella o que trabajan dentro de la escuela y que ¿qué van a decir?”, reflexionó.
Con respecto a la Cámara Gesell, la entrevistada remarcó que la docente estuvo presente, pese a que el psicólogo había pedido que no esté. “Pero mi hija fue, habló y dijo las cosas como fueron igual. A pesar de que sabía que ella estaba ahí, por ahí la podía estar mirando”, comentó.
A la vez, la madre de la niña comentó que su hija “siempre fue muy clara de la persona, nunca habló de dos, tres personas. Siempre fue clara”. En este sentido, detalló que “siempre apuntó para la misma persona, sabe quién es, la puede describir cómo era ella. Y en dónde era, que era en el despacho de ella”.
Además, se refirió a la posibilidad de que el caso de su hija sea un llamado de atención para las familias. “Ojalá que muchos padres se sienten a hablar y escuchar a sus hijos. Porque yo le creía a mi hija del día uno, pero hay muchos chicos que por ahí nunca se animaron a hablar”, relató.
A su vez, recordó: “Mi hija en principio, ella pensaba como que eran tipo caricias, mimos, un amor de maestra, cuando te dan un abrazo, algo así. Hasta que la lastimó y hasta que ella se empezó a sentir incómoda. Ahí recién pudo hacer el clic de darse cuenta de que esto estaba mal”.
“Yo cuento esto para que se sepa y también para que se expanda en todos lados lo que pasó y lo que pasa”, expresó la mujer. En este sentido, sostuvo que “por ahí hay chicos que nunca pudieron hablarlo, nunca pudieron todavía procesarlo. Porque en realidad tardan mucho las personas en contarlo que alguna vez les pasó esto”.