El crimen del niño en Mariano Acosta: se conocieron datos macabros sobre el móvil del homicidio
Diario La Ciudad
Un joven de 17 años es el nuevo detenido por el caso de chico de 13 años que fue quemado y cortados en distintas partes del cuerpo. Ayer una mujer entrego a su hijo menor como presunto autor del crimen de Nicolas Alexander Cernadas.
La detención se dio esta madrugada en la zona del crimen, una casa de Mariano Acosta. Ahora los investigadores buscan a un tercer implicado.
La investigación:
Ayer la Fiscalía Nº 5 de Morón a cargo del fiscal Claudio Oviedo, logró identificar al joven fallecido cuyo cadáver apareció en un descampado de la localidad de Mariano Acosta, partido de Merlo.
La víctima fue identificada como Nicolás Alexander Cernadas de 13 años, con último domicilio en cercanías de la zona en donde su cuerpo fue hallado. La autopsia determinó que su muerte se produjo a raíz de un paro cardiorrespiratorio traumático ocasionado por lesión alveolar difusa y por energía calórica.
En la investigación para el esclarecimiento del caso fue clave el acceso de los investigadores a comunicaciones que la víctima mantuvo por redes sociales con tres de las personas sindicadas como autoras del crimen.
También siguiendo la investigación, una madre llevó a su hijo de 14 años a la comisaría 6ª de Mariano Acosta para ponerse a disposición de la justicia. Las otras dos personas sospechosas están prófugas.
A partir de la presencia del menor en la dependencia policial, el caso pasó a la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil Nº 2 de Morón, a cargo de la fiscal Aldana Zingg.
El hecho:
El cuerpo de Cernadas fue descubierto el lunes (feriado) en horas de la tarde en un descampado ubicado entre las calles Ancaste y Gavilán, de la citada localidad del partido de Merlo, por un vecino que observó un bulto sospechoso.
Según indicaron las fuentes a Diario La Ciudad, al acercarse, el hombre vio un cuerpo tirado boca abajo y parcialmente quemado en el rostro, el pelo, la espalda y ambos brazos. Tras el hallazgo, dio inmediatamente aviso a la policía, quienes se trasladaron al lugar y constataron el hecho. Además de las quemaduras, el cuerpo presentaba cortes de arma blanca en el mentón y ambas piernas.
Si bien en un principio no lograban identificar a la víctima, los pesquisas lograron determinar que el adolescente asesinado era Cernadas, de 13 años y con domicilio en la zona.
Luego, tras un primer análisis de las redes sociales se pudo establecer que la víctima mantuvo diálogos con tres jóvenes, también adolescentes, y en esas comunicaciones se descubrieron detalles macabros, uno de los cuales apunta a que uno de los involucrados filmó a su víctima en el momento del ataque y, luego, pretendía regresar a la escena del crimen para registrar con su teléfono el estado en el que había quedado el cadáver.
“Por los audios que pudimos escuchar y por los textos que se escribían los autores, lo hicieron para divertirse y porque también le tenían bronca, placer de matarlo y odio”, dijo a La Ciudad un investigador que participó en la pesquisa.
El mismo investigador relató que en distintos audios se pudo establecer que los agresores “querían volver después del hecho a filmarlo para ver cómo había quedado”.
De acuerdo a lo que pudieron establecer los pesquisas, uno de los involucrados en el hecho “tenía la fama de ser muy agresivo en el barrio y solía pelearse con otros jóvenes y luego filmar cómo los había dejado heridos”.
La hipótesis más fuerte:
La hipótesis más fuerte apunta a que el crimen se produjo “un poco por placer y otro poco por el odio Y bronca que le tenían a la víctima, a la que conocían del barrio“.
Apenas se conoció el hecho, intervino el fiscal Claudio Oviedo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Morón, quien ordenó a los investigadores policiales una serie de medidas para orientar la pesquisa.
Sin embargo, tras la presentación ante la policía del adolescente de 14 años, el expediente pasó a la Justicia de Menores, que ahora deberá determinar si mantiene al adolescente bajo resguardo en algún instituto, ya que por la edad es inimputable.
En tanto, los investigadores continuaban con la búsqueda de otros sospechosos.
Por Ramón González