Merlo: la Provincia derogó el convenio de la Secundaria N°16 y todo vuelve a la normalidad
Diario La Ciudad
Finalmente, los docentes tenían razón: el pasado 7 de julio mediante la resolución 1330 de la Dirección General de Escuelas, la Provincia derogó el convenio especial que establecía una “experiencia educativa de Formación Integral” para la Escuela de Educación Secundaria N° 16, Manuel Belgrano. Este seudo convenio, era en realidad un conjunto de privilegios que mantenía a la principal escuela secundaria del Merlo afuera del estatuto docente. Esta “Experiencia educativa” derivó el año pasado en un escandalo de proporciones comprometiendo a toda la comunidad educativa.
Un poco de historia
En el año 2001 la Escuela Manuel Belgrano estableció un convenio educativo con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Haedo, a través del convenio marco 562/95. Si bien la enseñanza del colegio no posee incumbencia técnica, el convenio significó un importante acuerdo para la institución.
El convenio era usado, en determinadas ocasiones, para la selección de cargos docentes, lo que implicaba la designación de puestos por medio de un jurado conformado por directivos y secretarios, con relevamiento de inspectores distritales y autoridades de la Dirección de Educación Secundaria de provincia.
Hasta acá el procedimiento era aceptable. Si bien no es un método transparente y no brinda la igualdad de oportunidades como el concurso por acto público por medio de la Secretaría de Asuntos Docentes (SAD), se comprende que la misma institución elija los docentes que la van a conformar, de acuerdo con evaluaciones previas sobre los candidatos.
Los abusos
Se comienza a abusar de este convenio a partir de 2015, cuando es utilizado por primera vez para la selección de un cargo jerárquico. Luego de que Gustavo Kuryluk no pudiera entrar por acto público como vicedirector, es designado para el mismo puesto por un jurado selecto, usando el convenio con la UTN.
Así se continuó formando el resto del equipo directivo. Del mismo modo se asignaron los cargos de la secretaria Paola Valle; la prosecretaria Laura Vasapollo, puesto laboral que no corresponde concursar sino que es elegido entre los docentes más antiguos. A la vicedirectora suplente Viviana Jaime Velazquez; y la Jefa de preceptores Claudia Rodríguez, quien tiene superposición horaria con el trabajo de administrativa, el cual no ejerce pero cobra un sueldo con todos los premios correspondientes.
Cada una de estas designaciones irregulares, se habrían realizado en connivencia con los inspectores distritales y la SAD de Merlo, que permitía y sigue permitiendo que esto ocurra.
Nombran a la directora ellos mismos
El broche de oro que cruzó todos los limites, fue el nombramiento de la propia directora del colegio, la docente Verónica Forchi, que en 2017 reemplazó a Rita López Minetti, luego de que se retirara por jubilación.
Según relatan los docentes, el cargo de director tampoco corresponde concursarlo por convenio, sino que según establece el Estatuto Docente, cuando un directivo abandona su cargo por motivos de jubilación, licencia extendida o fallecimiento, debe ser el vicedirector o la vicedirectora con mayor antigüedad quien debe ocupar el puesto vacante, pudiendo optar este por asumir o no. Condición con la cual Verónica Forchi no cumplía.
Pero todo no termina aquí, en Septiembre del 2019, en plena campaña electoral, Gabriel Sanchez Zinny, en ese entonces Director General de Escuelas de la Provincia durante el mandato de María Eugenia Vidal, decide convalidar la resolución y seguir habilitando a los directivos del colegio a nombrar docentes sin aplicar el estatuto y sin acto público.
Un poco de justicia
Finalmente hubo que esperar un año para que las autoridades educativas de la Provincia resolvieran lo que más de 100 docentes de Merlo venían reclamando por vía administrativa: volver a poner al Colegio dentro de la ley. Esto último se decidió el pasado 7 de julio.
La resolución, entre otras cosas dice: ” Que de la lectura de los informes de los actores territoriales, y habiendo analizado la información y documentación aportada, se desprende que las características mencionadas no constituyen una experiencia innovadora, sino que se enmarca en los lineamientos de la política educativa vigente para los establecimientos del nivel secundario de la Provincia de Buenos Aires.
“Que en el informe producido por el Inspector Jefe Distrital de Merlo se establece que “…el mecanismo de selección de docentes y cobertura de módulos y/o cargos obstaculiza la continuidad pedagógica de las y los estudiantes…” debilitando el ejercicio del derecho comprendido en la Ley 13.298 en su artículo 6°, teniendo en cuenta la demora que genera la cobertura de cargos conforme la Resolución 4517/19, impactando directamente en el derecho a la educación de las/los alumnas/os;”}
En otras palabras, el famoso convenio disfrazado como una “experiencia educativa integral” era sencillamente un mecanismo que utilizaba los directivos del colegio para nombrar docentes y asignarse cátedras entre ellos y así mejorar su situación económica.
Ya lo decían el año pasado los docentes de Merlo: “¿Cuál es la propuesta pedagógica u experiencia pedagógica que coloca a la EES 16 de Merlo como un servicio educativo especial, que hagan necesario un ingreso a la carrera docente al margen de las normas legales establecidas y en vigencia, en este caso la ley 10579 y DR única norma de ingreso a la docencia y escalafón docente según Art 1, Art 3 y Art 75 del estatuto del docente”.
Ampliaremos.